Desde el primer momento a pesar de las intenciones de la trama por mantenernos en vilo tuve clara dos preguntas; ¿qué es lo que busca Ben?, ¿qué le ha pasado?. Muchos pensarán que Ben necesita más bien un siquiatra, otros que posee un corazón enorme, y unos pocos como yo, que un mar de sentimientos tan grande se abatió sobre él y que esto fue superior a sus fuerzas. A veces el sufrimiento transforma a las personas. El caso es que esta película producida por el gran Smith comienza liosa y luego se solidifica. Si le quitamos la parte sentimental se queda algo coja, y si aplicamos la moral nos quedamos en un intringulis; ¿acaso es una vida más valiosa que otra?. Ahora, seguro que si la vemos sin ser tan Tiquismiquis le encontraremos un interés por decirlo así, mágico.