Haz click aquí para copiar la URL
España España · Lleida
Voto de Uma:
6
Drama Nueva York, 1971. Tras sus celebrados días como uno de los fotoperiodistas más venerados de la II Guerra Mundial, W. Eugene Smith se siente desconectado de la sociedad y de su carrera. La revista Life lo envía a la ciudad costera japonesa de Minamata, cuya población ha sido devastada por el envenenamiento por mercurio, resultado de décadas de negligencia industrial. Smith se sumerge en la comunidad y sus imágenes le dan al desastre una ... [+]
3 de mayo de 2021
24 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Uno siente a veces que es un bicho raro, y es que cada vez es más frecuente que me gusten películas que la crítica profesional aborrece, y a la inversa. No sé qué habrá de "tinglado" en las reseñas que hacen algunos grandes medios de ciertas películas de estudios muy poderosos, que tienen que triunfar sí o sí, "por el bien de la industria". Está claro que nadie ha untado a los críticos en relación a esta película, y se han despachado a gusto.

Pues a mí me gustó, y mucho, aunque vistas las críticas, tenía ya el listón bastante bajo. Me gustó de un modo natural, sin esfuerzo, acompañé a la película felizmente, disfrutando de ella. Es esta una película de gestos y personajes amables que se hacen querer. La cultura japonesa, tan formal, tan contenida, transpira, precisamente por esa contención, una emoción poderosa que la película sabe captar y aprovechar: hay un momento de la película en que, en el curso de una educadísima conversación entorno a una mesa, sentados en el suelo, en una humilde vivienda japonesa, el fotógrafo solicita tomar una foto de una enferma. El "no" que le dice la familia, me aceleró el pulso. Hay muchas cosas concentradas en ese "no". Y hay otros momentos parecidos, porque la película se infiltra en una cultura gobernada por el respeto al antagonista en un momento en que se ve forzada al conflicto.

Hay muchas cosas estéticas que confieren atractivo a esta película: un fotógrafo borracho y anárquico, una revista mítica (LIFE), unos años maravillosos (1971), todo ello compuesto por una excelente fotografía y diseño de los espacios. Se añade un homenaje muy sentido a la imagen analógica, la de esas cámaras con las que cada imagen era única, había mucho trabajo detrás de cada fotografía, y era irrepetible. Perder esas fotos no tenía remedio: es casi un acto de amor que se concreta en muchos detalles: la materia que hay delante del objetivo, que al final, esta película (afortunadamente) no deja de poner en primera fila, porque es en esencia lo verdaderamente importante; la cámara, una simple caja de metal que deja entrar luz durante una fracción de segundo; el revelado, en un cuarto rojo donde se cuecen las imágenes - y más cosas - que luego LIFE convierte en iconos que consiguen cambiar el mundo.

Destaco la interpretación de Depp. No es espectacular, pero cumple, y consigue que el personaje termine por enternecer. El personaje da bastante de sí, por el proceso que hace, o mejor dicho, por como los hechos van puliendo a ese tipo ya desapegado de todo. Depp lo transmite inequívocamente. La actriz, Minami Hinase, (me quedo con el nombre) está fabulosa, es de esas actrices que imprimen algo a la película, hasta hacerse abrumadoramente presente en ella. Es posible que sea lo que más recuerde de esta peli, además de una foto icónica.

Esta película tiene la virtud de respetar todos los elementos que participan en ella, dándoles su espacio, sin comerse unos a otros, al revés, conviviendo, incluso los antagonistas. Y eso es digno de admirar, porque todo tiene su puesto y hace su recorrido. Acaso sea eso una acertadísima aplicación al cine del modo japonés de ver la vida. Y ello combinado con un concepto analógico de la vida, en el que cada cosa, como las imágenes icónicas, necesita de un gran esfuerzo, de mil detalles, de un largo proceso previo que bien vale una película entera.
Uma
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow