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Voto de Uma:
10
8,1
49.103
Musical. Comedia. Romance
Antes de conocer a la aspirante a actriz Kathy Selden (Debbie Reynolds), el ídolo del cine mudo Don Lockwood (Gene Kelly) pensaba que lo tenía todo: fama, fortuna y éxito. Pero, cuando la conoce, se da cuenta de que ella es lo que realmente faltaba en su vida. Con el nacimiento del cine sonoro, Don quiere filmar musicales con Kathy, pero entre ambos se interpone la reina del cine mudo Lina Lamont (Jean Hagen). (FILMAFFINITY)
29 de marzo de 2010
12 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nuestra colega Mrs Sophistication ha escrito una crítica apasionada sobre esta película que me va a servir para hacer la mía. Mrs Sophistication (Mrs.S. a partir de ahora), la pobre, anda en terreno desconocido y aunque no quiere (seguramente es lo último que desearía), da en la diana en algunas de las mayores virtudes de una de las películas más estupendas que se han hecho. Mrs S. (que debe ser muy sofisticada, y también muy joven), no comprende que esta película tenga tan buenas puntuaciones. Es algo masivo, pero, en vez de questionarse su nefasta opinión de la película, lo atribuye a que el mundo está simplemente loco. No solo los que vemos cine hoy, sino varias generaciones de aficionados al cine, porque la peli ha pasado con éxito el examen de su tiempo, y el de cinco décadas más.
Nuestra amiga, se lamenta de haber perdido el tiempo adquiriendo "culturilla" cinematográfica, y de haberse "tragado" millares de películas. Otros países europeos incorporan el cine como asignatura en la escuela. Hace años que hay quienes reclaman que se haga también en España, sin éxito. Quizás ahora, más que nunca, debería plantearse, pues la inmediataez que ha impuesto la televisión ha dado lugar a una generación de jóvenes que estan muy lejos de ver cine clásico, y más aun de entenderlo. Como ponen en evidencia las palabras de nuestra simpática crítica, las grandes películas del pasado, son hoy para ellos una perdida de tiempo. Si nadie contextualiza ese cine, para ellos resulta muy difícil empatizar con él.
Mrs S. cree que esta película no tiene nada de especial y que sus personajes son insustanciales. Para argumentarlo, curiosamente, se permite citar a uno de esos personajes insustanciales. ¡Vaya paradoja! Puede, amiga, que no sea tan insustancial. El cine sonoro fue una revolución en su tiempo, supuso un transtorno para quienes se inmovilizaban en el pasado, supuso una gran frustración para quieres habían hecho grandes cosas con el cine mudo, llevándolo a la cima artística. Ese dramático trance está excepcionalemente representado en la peli, y emplea para ello el vehículo de la comedia. Lo pasado estuvo bien, nos cuenta, debe respetarse, debe aprenderse de él, pero hay que mirar adelante, al futuro. Hay que inventar y crear siempre, nada puede quedar como establecido y enquistado, la necesidad de renovarse e innovar es innata en el hombre, como lo es también el deseo de aferrarse a lo conocido. Ese choque plantea uno de los principales conflictos dramáticos de la película. A Mrs S. le parece cutre y previsible esta temática, aunque intuyo que ella se siente vanguardista de las transformaciones de su tiempo. Quizás no ha visto que esta película, aunque lejana en el tiempo, la refleja también a ella, y por eso todavía se ve y se disfruta hoy. Sigo sin desvelar.
Nuestra amiga, se lamenta de haber perdido el tiempo adquiriendo "culturilla" cinematográfica, y de haberse "tragado" millares de películas. Otros países europeos incorporan el cine como asignatura en la escuela. Hace años que hay quienes reclaman que se haga también en España, sin éxito. Quizás ahora, más que nunca, debería plantearse, pues la inmediataez que ha impuesto la televisión ha dado lugar a una generación de jóvenes que estan muy lejos de ver cine clásico, y más aun de entenderlo. Como ponen en evidencia las palabras de nuestra simpática crítica, las grandes películas del pasado, son hoy para ellos una perdida de tiempo. Si nadie contextualiza ese cine, para ellos resulta muy difícil empatizar con él.
Mrs S. cree que esta película no tiene nada de especial y que sus personajes son insustanciales. Para argumentarlo, curiosamente, se permite citar a uno de esos personajes insustanciales. ¡Vaya paradoja! Puede, amiga, que no sea tan insustancial. El cine sonoro fue una revolución en su tiempo, supuso un transtorno para quienes se inmovilizaban en el pasado, supuso una gran frustración para quieres habían hecho grandes cosas con el cine mudo, llevándolo a la cima artística. Ese dramático trance está excepcionalemente representado en la peli, y emplea para ello el vehículo de la comedia. Lo pasado estuvo bien, nos cuenta, debe respetarse, debe aprenderse de él, pero hay que mirar adelante, al futuro. Hay que inventar y crear siempre, nada puede quedar como establecido y enquistado, la necesidad de renovarse e innovar es innata en el hombre, como lo es también el deseo de aferrarse a lo conocido. Ese choque plantea uno de los principales conflictos dramáticos de la película. A Mrs S. le parece cutre y previsible esta temática, aunque intuyo que ella se siente vanguardista de las transformaciones de su tiempo. Quizás no ha visto que esta película, aunque lejana en el tiempo, la refleja también a ella, y por eso todavía se ve y se disfruta hoy. Sigo sin desvelar.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Mrs S. llega al límite de lo paradójico cuando, en un alarde verbal, nos alecciona haciéndonos saber que "el arte trasciende el tiempo, nos dignifica, nos ayuda a estar en el mundo y a dotar de significado nuestras vidas". Posiblemente "Cantando bajo la lluvia" sea una de las películas que, ademas de TRASCENDER EN EL TIEMPO, mejor lo ha resistido, pues no ha envejecido apenas (si uno es capaz de mirar más allá de los lógicos códigos visuales y morales de su tiempo, claro está) . No lo han hecho sus diálogos, ni sus encuadres, ni las situaciones que plantea, ni su ritmo, ni sus temas ni su modo de tratarlos... Ejemplos de ello, son secuencias como aquella en que el protagonista emplea repetidamente una palabra que le gusta a Mrs S. : "¡dignidad, siempre dignidad!". Una secuencia de una inteligencia y una ironía, que se le deben haber escapado a nuestra amiga. Hace además un retrato breve y efectivo de su tiempo, y del siempre loco mundo de la farándula, dónde, haga mal o buen tiempo, lluevan tomates o coliflores, siempre resiste una mirada optimista del mundo, un optimismo que es un sello de la peli.
El arte debe dignificar, dice Mrs S., y tiene razón. Se consigue cuando se retrata lo humano con honestidad, hoy o hace cien años. "Make them laugh!!!" grita una de las canciones más memorables de la película. "¡Hagámosles reír!" ¿Hay algo más digno que ese empeño? ¿No está vigente? El cine es una fábrica de sueños, nos dice, y su empeño es llegar a miles de seres y hacerles reír, llorar o soñar, aunque sea empleando la herramienta más simple. La concepción espacial de la secuencia refuerza sus objetivos, está diseñada como una sucesión de cuadros, a modo de fotogramas. La secuencia era de una gran modernidad en su tiempo, puede que a alguno se le escapara en los años cincuenta. Que se le escape a Mrs S. en el siglo XXI, demuestra que sigue siendo una secuencia muy moderna.
Quizás Mrs S, en su educación cinematográfica, ha empezado la casa por el tejado. Ella debe creer que el arte es "Dogville", o "Persona" (que también lo son), pero debería saber que Bergman o Lars Von Trier aprendieron a hacer cine viendo películas como ésta. Cantando bajo la lluvia es el ABC del cine.
La inteligencia de Mrs.S., según dice, se ha visto insultada por la película y por sus defensores. Espero que no se sienta insultada por mí, si le digo que le queda mucho por aprender. Es inherente a la condición de joven el creer que se sabe todo y que el resto del mundo está equivocado. Mrs. S. tiene ahora el don de la juventud (¡qué envidia!), y el deber de aprender, y de equivocarse en esa tarea. Puede que dentro de unos años, ella misma relea su crítica y sienta que este error que comete hoy, le ha servido de algo en la vida. Puede que algún día, enamorada, sienta que desea cantar bajo la lluvia.
El arte debe dignificar, dice Mrs S., y tiene razón. Se consigue cuando se retrata lo humano con honestidad, hoy o hace cien años. "Make them laugh!!!" grita una de las canciones más memorables de la película. "¡Hagámosles reír!" ¿Hay algo más digno que ese empeño? ¿No está vigente? El cine es una fábrica de sueños, nos dice, y su empeño es llegar a miles de seres y hacerles reír, llorar o soñar, aunque sea empleando la herramienta más simple. La concepción espacial de la secuencia refuerza sus objetivos, está diseñada como una sucesión de cuadros, a modo de fotogramas. La secuencia era de una gran modernidad en su tiempo, puede que a alguno se le escapara en los años cincuenta. Que se le escape a Mrs S. en el siglo XXI, demuestra que sigue siendo una secuencia muy moderna.
Quizás Mrs S, en su educación cinematográfica, ha empezado la casa por el tejado. Ella debe creer que el arte es "Dogville", o "Persona" (que también lo son), pero debería saber que Bergman o Lars Von Trier aprendieron a hacer cine viendo películas como ésta. Cantando bajo la lluvia es el ABC del cine.
La inteligencia de Mrs.S., según dice, se ha visto insultada por la película y por sus defensores. Espero que no se sienta insultada por mí, si le digo que le queda mucho por aprender. Es inherente a la condición de joven el creer que se sabe todo y que el resto del mundo está equivocado. Mrs. S. tiene ahora el don de la juventud (¡qué envidia!), y el deber de aprender, y de equivocarse en esa tarea. Puede que dentro de unos años, ella misma relea su crítica y sienta que este error que comete hoy, le ha servido de algo en la vida. Puede que algún día, enamorada, sienta que desea cantar bajo la lluvia.