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Voto de Miguel Moreno:
7
Romance. Drama. Comedia Tras pasar ocho meses en un centro de salud mental por agredir al amante de su mujer, Pat (Bradley Cooper) regresa a casa de sus padres (Robert De Niro y Jacki Weaver). Aunque está decidido a hacer todo lo posible para recuperar a su exmujer, la situación cambia cuando conoce a Tiffany (Jennifer Lawrence), una chica con problemas y mala reputación. A pesar de la mutua desconfianza inicial, pronto surge entre ellos un estrecho vínculo ... [+]
25 de enero de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
El director que sorprendió con la notable The Fighter, nos trae para la ocasión una comedia romántica con tintes de drama que funciona bastante bien. Las gracias? se las tenemos que dar a un notable Bradley Cooper, alejado de los papeles de galán que acostumbra, al descubrimiento de Jennifer Lawrence, que con apenas 22 añitos planta cara a cualquiera (recordemos su debut en la estupenda Winter´s Bone) y a un De Niro que aparca, esperemos que durante mucho tiempo, los papeles alimenticios para hacernos un regalito de esos que sólo hace de vez en cuando y cuando le viene en gana.

La cinta atrapa enseguida, de la mano de Cooper, contándonos su historia y el motivo de sus problemas. Nos termina de enganchar cuando fortuitamente conoce al personaje de Lawrence, y secundarios de lujo como Chris Tucker, que vuelve de un pasado incierto en este negocio, acaban de rematar el lado bueno de la cinta, y nunca mejor dicho. Y digo el lado bueno, porque como casi siempre, también hay lado malo. El mensaje: todos estamos locos, cada uno a su manera, y el amor es lo que nos mantiene en relativo estado de cordura, así que apreciemos lo positivo porque me temo que ninguno de nosotros vamos a estar por aquí demasiado tiempo. Muy "indie" como mensaje, sí. Y a la cinta le sienta muy bien.

Y dentro de este mensaje impregnado de "buenrrollismo" de corte independiente, todo parece funcionar, al menos durante la primera hora. La segunda ya es otro cantar, y es una pena, porque aunque la creación de David O. Russell va directa a los Oscar y alguno podrá caerle, los convencionalismos del género atacan sin piedad su último acto, dejándonos un buen sabor de boca sin duda, pero sin rematar ese gran comienzo que despierta el interés por su cierta dosis de originalidad.

La historia es sencilla y el encanto ahí reside. La química Cooper-Lawrence es palpable y los momentos dramáticos bien resueltos. Quizá todo lo que envuelve el mundo de las apuestas y partidos de fútbol americano (que no puede importarme menos) empaña el resultado. Por otra parte, es imprescindible para entender el "otro tipo de locura" que en este caso sufre el personaje de De Niro. La historia de amor, deliciosamente medicada. Entre calmantes y prozac surge el amor más inesperado, cual rosal en basurero. Y ahí sí, amigo Russell, te tengo que aplaudir. Así que a esperar tu último parto con avidez, pues llevas buen camino en este resobado género, saturado hasta el extremo de cintas más que prescindibles. Eso sí..al final no has arriesgado todo lo que deberías, amiguete. Y lo sabes, lo sabes, no me mires así!

Una historia de amor loco. O lo que es lo mismo, de locura disfrazada de amor. O de amor...disfrazado de locura...acaso no son siempre lo mismo?

Para disfrutar sus dos horas, y sin complejos. Aunque al final no arriesgue y elija el camino del convencionalismo más dulzón.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Miguel Moreno
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