Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Juan Ignacio :
6
Drama Esta es la entrañable historia de una pobre niña vendedora de cerillas que se encontraba sola y muerta de frío en una Nochevieja. Entre las tenues llamas de sus últimas cerillas, tiene visiones maravillosas aunque difíciles de alcanzar. (FILMAFFINITY)
24 de noviembre de 2018
0 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una joven cerillera sale la helada noche de Fin de Año de su chabola al centro de la ciudad a vender su menuda mercancía. El tiempo pasa y no consigue que le compren nada. Un agente de policía, con quien ha estado viendo un escaparate de juguetes mecánicos, hace ver a la chica que tiene los pies empapados por la nieve y le recomienda que se vuelva a su casa. Muerta de frío y hambrienta, y tal vez con mucha fiebre, cae al suelo y delira con una vida mucho mejor que la que le ha tocado vivir; pero incluso en el sueño se le presenta la Muerte.

Mediometraje basado, muy libremente, en un cuento homónimo de Hans Christian Andersen. Y quizá el mayor inconveniente que se le puede encontrar a esta cinta de Jean Renoir radique precisamente en que el público que la vea conozca el cuento en que se basa; éste es mucho más bonito, con mayor variedad argumental, que la pequeña película del director francés; una de sus primeras obras en un comienzo de su carrera el cual, aunque era su propio productor, no tuvo mucho éxito ni reconocimiento y pareció ser bastante dubitativo; todo fueron adaptaciones de obras literarias y sin mostrar aún un estilo determinante. No obstante la película en conjunto es aceptable, toca el argumento sin caer en el folletín, muestra la indiferencia de la gente ante la necesidad ajena, aún más marcada por ser una noche especial, y consigue darle al relato un aire distinto, dentro del drama que expone, con las secuencias oníricas que, si bien se ven muy señaladas por las limitaciones técnicas de aquel tiempo, marcan cierta creatividad de su autor. La mejor época de este director comenzaría unos años después al rodar ya con el cine sonoro y adoptar el realismo que le caracterizaría en esos primeros años suyos de la nueva era del cine.

Por último, decir que la actriz protagonista, Catherine Hessling, su verdadero nombre era Andrée Madeleine Heuchling, fue la primera esposa del director, a quien conoció por ser una de las últimas modelos con quienes trabajó su padre, de hecho se casaron en 1920, antes de que su marido se dedicase al mundo cinematográfico.
Juan Ignacio
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow