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Voto de Juan Ignacio :
6
Drama Matsugoro, un pobre conductor de carro en el Japón del periodo Meiji, devuelve a un niño perdido, Toshio, a su casa. Sus padres se muestran con él muy agradecidos. Tras la muerte del padre, la madre, Yoshiko, muy preocupada por su hijo, le pide a Matsugoro que le ayude a educarlo. Él acepta encantado. Con el paso del tiempo le coge mucho cariño, al niño y a la madre. Pero Toshio crece, y se marcha a estudiar a la universidad de Tokio, y ... [+]
1 de noviembre de 2013
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
La acción transcurre desde finales del siglo XIX hasta comienzos de los años veinte, del siglo pasado, en Japón.

La fecha y el lugar son importantísimos en esta película, pues si no se tienen en cuenta , en todo su valor, es posible que no se llegue a entender. En casi cien años mucho ha cambiado la sociedad japonesa, aún más que la occidental.

Matsu, un hombre rudo, analfabeto, conductor de un carrito de transporte de viajeros, se enamora de la viuda de un teniente del ejército (Yoshiko) a quien ayudará a educar a su pequeño hijo (Toshio), débil en todos los aspectos, hasta que éste marche a la Universidad.

El amor de Matsu es guardado con todo celo por éste, cree insalvable la distancia social y cultural con la mujer. Al final, cuando ve que definitivamente la va a perder junto a la ausencia de Toshio, a quien quiere como al hijo que nunca tuvo, se producirá el desenlace bastante previsible.

Hiroshi Inagaki rodó esta película en dos ocasiones, la primera, en 1943, fue censurada, por lo que de nuevo la realizó en 1958. La dirección resulta algo plana y con secuencias que no resultan bien ajustadas con el resto. Lo mejor, a mi juicio, de la película ocurre en la penúltima secuencia con esa maravilla de color que muestran los recuerdos del protagonista.
Juan Ignacio
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