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Voto de Juan Ignacio :
8
Drama Andrei Gorchakov, un poeta ruso, recorre Italia en compañía de Eugenia con la intención de investigar la vida de un compositor del siglo XVI sobre el que está escribiendo. En su viaje se encontrarán con el apocalíptico Domenico. (FILMAFFINITY)
27 de septiembre de 2016
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Andrei Gorchakov, poeta ruso, viaja a través de Italia, la acción se desarrolla en Toscana, en compañía de Eugenia, una joven traductora, con el objeto de documentarse sobre un músico, compatriota suyo, del siglo XVII, quien después de abandonar su país regresó a él por la nostalgia que le provocaba el recuerdo de su tierra y de su mujer. Gorchakov, desde el comienzo de la película, da muestras de fatiga, solo le animará a seguir el encuentro casual con Domenico, un lugareño loco, pero en el que encuentra, en cierto modo, a su alter ego, siendo el personaje del escritor el alma gemela de Tarkovski.

A partir de un argumento tan simple, Tarkovski realizará su sexta y penúltima película, primera rodada fuera de Rusia, aunque en coproducción con su país. En 'Nostalgia' vuelve una vez más a su mundo particular, exclusivo, expresando su modo de ver la vida y los recuerdos idealizados de su pasado (sobre todo los de su infancia junto a su abuela, su madre, hermana y su perro pastor alemán, nótese que Domenico posee un perro igual). Para representar estos recuerdos y el pasado, no solo el suyo, pues también lo hace para mostrar un anterior suceso en la vida de Domenico, utiliza el blanco y negro, para el tiempo presente el color, muy matizado, apagado.

Tarkovski nos habla en 'Nostalgia', y se habla a sí mismo, de ese hecho melancólico que se produce tanto en su personaje, Andrei, como en él mismo, al abandonar ambos su patria; si bien, en el caso del director, este es un sentimiento imaginado, ya que escribió el argumento en 1979, tres años antes del rodaje del filme. Para escribir el guion se sirvió de la ayuda de Tonino Guerra, uno de los mejores guionistas de cine que han existido. El que al año siguiente, en 1984, el cineasta decidiera no volver a su país, era algo por él no previsto durante la creación de esta obra.

La acción transcurre por paisajes desolados, ruinas y construcciones decadentes, tal como se siente el espíritu del poeta ruso. Por cierto, los versos que se recitan en una secuencia pertenecen al padre del director. Gorchakov es un hombre espiritual, pero no religioso, llega a estrellar contra el suelo el ejemplar de la Biblia que encuentra en su habitación y, anteriormente, ridiculiza la fe que las mujeres manifiestan en la capilla de Santa Maria di Momentana, adonde acuden, ante el fresco de la Madonna del parto, de Piero della Francesca, a rogar quedar fértiles.

De los tres personajes principales, el de Eugenia es el que posee menor peso, parece no añadir nada ni al conjunto del largometraje ni a la exposición que Tarkovski hace de su universo interior; da la impresión de que al ser esta película una manufactura principalmente italiana, la RAI es su productora de mayor peso, y al estar los otros dos personajes centrales interpretados por un ruso y un sueco, respectivamente, que éste, de Eugenia, era la única forma de hacer presente en el reparto la contribución italiana al filme.

Domenico, su mente ida, impacta en Andrei, y se nos presenta como esa clase de locos que mantienen un discurso más preciso, más verdadero, que el de la mayoría de los cuerdos, como en el caso de Don Quijote. Él será quien le encargue a Andrei la extraña misión de cruzar la piscina de las termas con una vela encendida, algo que a él no le ha sido posible hacer nunca al no permitírsele a un demente tan extraña y, para él, peligrosa acción. En su discurso final, en Roma, subido a la estatua de Marco Aurelio (este detalle tampoco es banal, pues Marco Aurelio se destacó como humanista con sus 'Meditaciones') lanza una diatriba contra la humanidad actual por su egoísmo y falta de hermandad, sobre todo hacia los más débiles que, al tiempo, son los más cargados de razón.

El simbolismo, más o menos claro de entender para el espectador, tiene un papel fundamental, en el cine de Tarkovski, y en 'Nostalgia' no lo es menos. El agua, según la represente, tiene distintos significados; si aparece estancada representa decadencia, ruina; si corre a través de la naturaleza, es fuente de vida; si aparece en forma de lluvia representará destrucción, o bien, es una manera para indicar la sucesión, el puente, de una secuencia a otra; si el agua es un lugar por el que se transita, indica traslado de un estado a otro, cuando Andrei camina dentro del agua hacia el lugar donde está la niña, está regresando, por ese momento, a la infancia. El perro significa lealtad. El caballo, aparece en sus recuerdos de infancia, es la imagen de la virilidad, indica la ausencia del padre en el cuadro familiar. La leche derramándose evoca la maternidad. El fuego en esta obra aparece como destructor en un caso, el libro que se quema, y como purificador con Domenico. Los espejos expresan la propia identidad y, también, la conjunción con otra.

'Nostalgia', contiene una belleza visual que por sí misma la alza como máxima expresión del arte. En concreto, me resulta impresionante la profundidad de campo que consigue Tarkovski, casi como obsesión, en su filmación, tanto en interiores como en exteriores, Alcanza una perspectiva real, dentro de esa atmósfera hiperrealista que compone. La apertura de campo final es cumbre.

Para finalizar, decir que no me gustan los doblajes con voces ajenas en las películas. En este caso tanto Domiziana Giordano (Eugenia), como Erland Josephson (Domenico) están doblados. La parte positiva de este hecho negativo es que quienes les ponen voz son Lia Tanzi y Sergio Fiorentini, grandes actores de la escena italianos, vaya para ellos mi reconocimiento.
Juan Ignacio
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