No recordaba que justo un año antes de esta película, Hopkins estaba enfundado dentro de esa camisa de fuerza y mordaza que tantas alegrías le reportaron caracterizado como el personaje de Annibal Leckter. Más aún reafirma mi idea de que es sin duda uno de los grandes. La película puede en algún momento marearnos en sus flash back o simplemente embriagarnos con la banda sonora y su fotografía, pero consigue sin duda transportarnos a una época de doncellas y amas de casa en una mansión de la inglaterra entre guerras gracias a la ambientación y a unos personajes con elevadas dosis de credibilidad. Hasta incluso me medio reconcilia con Hugh Grant en un personaje alejado del "bobalicón" al que nos tiene acostumbrados.