No la he visto en pantalla grande, pero vista en la tele tiene el color de un telefilm.
Las interpretaciones son lamentables. Melanie Doutey, que está muy buena, parece que está leyendo mientras habla, como las obras de teatro del colegio. Coronado, lo siento, pone empeño, pero ya nadie le tomará en serio como actor (salvo los directores de cine, no se sabe por qué), Santiago Ramos, decente, aunque un poco pasota. Pero patético por excelencia es Noriega. Con un papel así, con tanto jugo, un héroe-traidor, es incapaz de transmitir ninguna emoción. ¿qué tiene este tío para trabajar de protagonista en proyectos tan interesantes -antes de filmarse me refiero, porque luego son una mierda- como tesis, abre los ojos y esta? Es tan malo, que ni siquiera sabe poner acento de bilbao. ¡Sería incapaz de contar un chiste de los de "oye Patxi..."!
La ambientación es muy pobre. ¡Pues no tiene jugo euskadi para ambientar! No necesitas ni dinero para hacerlo ¡Hay pueblos que siguen igual que hace treinta años, porque los vascos, afortunadamente para ellos, son muy cuidadosos en ese aspecto! Yo comprendo la dificultad de ambientar el Torremolinos de los años 70, o la Sevilla de los 50, pero esto NO. Vete a filmar al "tubo" en Tudela, o al casco viejo de Lekeitio, o en cualquier calle de Elizondo o de Donosti. Ahí se respira aún el espíritu de aquella época en los carteles de las paredes y dentro de sus bares.
La banda sonora, ¿es una broma?. (qué tristeza la canción final, el partisano de Leonard Cohen, verse mezclada con este esperpento artístico. Deberían idemnizar a Cohen).
La izquierda odia tanto a la derecha, que prefiere pintar de malos a la policía (que estaría llena de cabrones, por supuesto, pero también de gente honrada, supongo) y la guardia civil (franquista aún) que a los propios terroristas (donde no creo que abundase la gente honrada).
Ya estoy harto de que los malos sean tan planos en las películas.
Por favor, Ford, resucita. Quiero ir al cine.