En la serie británica de televisión de comienzo de los 70 sobre los Bellamy, en su lujosa mansión londinense arriba viven los señores y abajo la servidumbre. Dos mundos diferentes.
Pues bien en los ejércitos del Imperio Austrohúngaro que combatieron a los ingleses en tierras balcánicas, arriba, a caballo, va la nobleza y la oficialidad alemana, abajo los soldados eslavos reclutados. A aquellos les mueve el honor y el estandarte, a estos volver vivos a sus casas. Dos mundos también diferentes.
Estamos al final de la I Guerra mundial y el Ejército imperial se bate en retirada.
Una buena lección de historia a través de una cinta que no pasa de regular.
Mala realización que presenta personajes de escasa hondura, especialmente en el caso de los dos enamorados poco creíbles y mal interpretados. Tampoco ayudan mucho unos diálogos extremadamente cursis y algún que otro juego al escondite por los caserones.
Ritmo lánguido.
Bien la ambientación, vestuario, caballos, coches y sobre todo los palacios vieneses. Lo mismo que los paisajes castellanos que sirven de fondo a las luchas.
Recomendable si acaso para repasar un poco la historia.