En el principio un joven acuna embelesado a su niño mientras pronuncia frases tiernas. La siguiente escena trae un cadáver en un congelador con los avisos correspondientes para el destinatario.
Bandas mafiosas que se disputan el control de las drogas en Nueva York. Enfrentamientos. "No tienes autoridad para matarme". ¿Cómo que no? ¡Bang, bang! La puta que lo acompañaba: "¿No voy a cobrar?" Tiene suerte.
Con los millones de ventanas y balcones que hay en la ciudad, hay dos que enfrentan a personajes atormentados y ávidos de venganza. Curiosos también, indiscretos, hitchcockianos.
La idea es buena, el guion y la realización no tanto, pero el resultado es interesante. Hay ritmo y tensión. Los personajes atraen y la trama atrapa lo suyo. ¿Por dónde saldrán?
Mucho aroma a Millennium en tono algo menor. No tanta nieve, pero aun se pasa algo de frío. Rapace glacial.
Interesante.