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Voto de mrblue:
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Drama
Eddie Felson (Newman) es un joven arrogante y amoral que frecuenta con éxito las salas de billar. Decidido a ser proclamado el mejor, busca al Gordo de Minnesota (Gleason), un legendario campeón de billar. Cuando, por fin, consigue enfrentarse con él, su falta de seguridad le hace fracasar. El amor de una solitaria mujer (Laurie) podría ayudarlo a abandonar esa clase de vida, pero Eddie no descansará hasta vencer al campeón sin ... [+]
13 de enero de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El Gordo de Minnesota
El gordo es un hombre elegante. Buena vestimenta, buena dentadura, huele bien… lo que se dice un tipo con clase. Además es un maestro del billar (con lo gordo que está!).
Todas las tardes, a las 8, se deja caer por los billares Ames. Lee la prensa, echa unas partidas y si se tercia, despluma al primer pichón que se le acerca. No le ha ganado nadie en 10 años. Es el rey de los billares. Al menos lo era, hasta que apareció por allí un tipo arrogante con un estuche de piel bajo el brazo
Eddie
Eddie es joven, guapo, impulsivo... le gusta hablar, reír, el J T S Brown y jugar al billar. Se emociona. Cuando coge el taco lo siente como una prolongación de su brazo. La madera se hace carne, se vuelve nerviosa y siente que ya no hay quien lo pare. Alguien le ha dicho que con su talento y más carácter podría hacer mucho dinero. Pero no sabe bien cómo.
Bert
Bert sí sabe cómo hacer dinero. En realidad es lo único que sabe hacer. A falta de talento propio se dedica aprovecharse del de los demás. Bert mira mucho, habla poco y bebe leche y no whiskey. Como las malas personas.
Sarah
Sarah sí bebe whiskey. Quizá demasiado. Pasa las tardes sola leyendo y bebiendo en el bar de la estación. Como si esperara algo. A veces va a la universidad. Incluso escribe poesía. Poesía cruel, claro.
No sabe nada de billar. No distinguiría el estuche de un taco del de una ametralladora. Sin embargo mira a Eddie y le cae la baba. Lo que le emociona a ella es Eddie.
Y a mi lo que me emociona es haberme metido tan adentro en la vida de estos tipos. Soñar como Eddie y amar como Sarah. Ir por la calle y preguntarme cómo le irá al Gordo seguramente en los “Ames”, en su silla leyendo el periódico con la deseo de que por la puerta aparezca un rival de su nivel.
El gordo es un hombre elegante. Buena vestimenta, buena dentadura, huele bien… lo que se dice un tipo con clase. Además es un maestro del billar (con lo gordo que está!).
Todas las tardes, a las 8, se deja caer por los billares Ames. Lee la prensa, echa unas partidas y si se tercia, despluma al primer pichón que se le acerca. No le ha ganado nadie en 10 años. Es el rey de los billares. Al menos lo era, hasta que apareció por allí un tipo arrogante con un estuche de piel bajo el brazo
Eddie
Eddie es joven, guapo, impulsivo... le gusta hablar, reír, el J T S Brown y jugar al billar. Se emociona. Cuando coge el taco lo siente como una prolongación de su brazo. La madera se hace carne, se vuelve nerviosa y siente que ya no hay quien lo pare. Alguien le ha dicho que con su talento y más carácter podría hacer mucho dinero. Pero no sabe bien cómo.
Bert
Bert sí sabe cómo hacer dinero. En realidad es lo único que sabe hacer. A falta de talento propio se dedica aprovecharse del de los demás. Bert mira mucho, habla poco y bebe leche y no whiskey. Como las malas personas.
Sarah
Sarah sí bebe whiskey. Quizá demasiado. Pasa las tardes sola leyendo y bebiendo en el bar de la estación. Como si esperara algo. A veces va a la universidad. Incluso escribe poesía. Poesía cruel, claro.
No sabe nada de billar. No distinguiría el estuche de un taco del de una ametralladora. Sin embargo mira a Eddie y le cae la baba. Lo que le emociona a ella es Eddie.
Y a mi lo que me emociona es haberme metido tan adentro en la vida de estos tipos. Soñar como Eddie y amar como Sarah. Ir por la calle y preguntarme cómo le irá al Gordo seguramente en los “Ames”, en su silla leyendo el periódico con la deseo de que por la puerta aparezca un rival de su nivel.