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Voto de piensaencines:
8
Thriller. Intriga Año 1962. Una glamorosa pareja norteamericana formada por el carismático Chester MacFarland (Viggo Mortensen) y la bella y joven Colette (Kirsten Dunst) se encuentra en Atenas durante unas vacaciones en las que recorren Europa. Durante una visita a la Acrópolis conocen a Rydal (Oscar Isaac), un joven estadounidense que habla griego y trabaja como guía turístico, situación que aprovecha para timar a turistas ricas. Atraído por la belleza ... [+]
30 de junio de 2014
9 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
A pesar de los muchos paralelismos de "LAS DOS CARAS DE ENERO" con "EL TALENTO DE MR. RIPLEY"(magnífica adaptación de Anthony Minghela de la novela de Patricia Highsmith), no voy a caer en la comparación, por dos motivos;
1 - Porque la segunda es infinitamente superior a la primera.
2 - Porque son muchas más las diferencias que las similitudes.

"LAS DOS CARAS DE ENERO" es, ante todo, un thriller sobrio, elegante y sin estridencias, que nos retrotrae a la época dorada de este género, pero sin caer en el clasicismo, la nostalgia o la burda copia.

Hablamos de una novela de la estupenda Highsmith, con todo lo que ello implica:

- Una buena historia, bien contada, con un ritmo muy cinematográfico;

- Unos personajes llenos de matices que se sitúan a la vez en todos los planos de la moralidad y la inmoralidad;

- Un devenir de acontecimientos todo lo alejado de la vulgaridad que se puede estar.

-Tensión, emoción y entretenimiento.

Todo eso es un regalo para cualquier cineasta, y a la vez una trampa que puede hacer caer en un exceso de confianza y dejarse devorar por la base literaria. No es el caso de Hossein Amini.

Este guionista (Drive, Shanghai) debuta en la dirección con mano relativamente firme, captando a la perfección el espíritu, el estilo y la esencia de la señora Highsmith y como corresponde a el estilo de la escritora: con una producción modesta, o mejor dicho, adecuada a su propósito, y centrando el peso de la historia, del drama y del suspense en unos magníficos personajes que son un regalo para cualquier actor.

Viggo Mortensen está absolutamente brillante y deslumbrante, en un papel lleno de matices y haciendo gala de una madurez, que quizás nunca antes había plasmado con tanta serenidad.

A su lado, Kirsten Dunst , esa "sosa" que siempre me ha gustado, cumple con creces en un papel que quizás sea el más desaprovechado y peor tratado de toda la película.

El eterno enfadado y cariacontecido Oscar Isaac da el perfil de antihéroe antipático y despreciable, ofreciendo una réplica casi suficiente a los otros dos protagonistas.

Nada que reprochar en realidad en la parte interpretativa. Un reparto sólido que convence y conecta cuando necesitan que conectemos y que nos hacen desarrollar empatías enfermizas.

El comienzo y planteamiento del conflicto, así como su tramo final y resolución, tampoco tienen nada que reprochar; un ritmo pausado que es el que decide el director y que funciona con su personal manejo de los tiempos.

Es en su parte central cuando la película decae y nos lleva a lugares a los que no nos interesa ir y se pierde en situaciones irrelevantes, desaprovechando todo su potencial y dejándonos perdidos en medio de esa Grecia idealizada y sin rumbo a la vista...Pero tranquilos, pronto todo vuelve a encauzarse.

A pesar de este lapsus central, la película cumple con sus objetivos y nos ofrece un thriller "clásico" resuelto de una forma bastante menos clásica de lo que parece.

Una película con más aciertos que carencias. Con respeto y saber hacer pero sin maestría. Una película que no levantará grandes pasiones, ni a favor, ni en contra, pero sí inspira cariño y hasta un cierto paternalismo, porque es ese tipo de cine que nunca debería dejar de existir y que en el fondo todos añoramos. Porque es cine(mejor o peor resuelto), pero del de verdad, del que nos inculcaron nuestros padres, del que se puede volver a ver más de una vez.
piensaencines
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