Haz click aquí para copiar la URL
Voto de piensaencines:
9
Acción. Ciencia ficción Perseguido por su turbulento pasado, Mad Max cree que la mejor forma de sobrevivir es ir solo por el mundo. Sin embargo, se ve arrastrado a formar parte de un grupo que huye a través del desierto en un War Rig conducido por una Emperatriz de élite: Furiosa. Escapan de una Ciudadela tiranizada por Immortan Joe, a quien han arrebatado algo irreemplazable. Enfurecido, el Señor de la Guerra moviliza a todas sus bandas y persigue ... [+]
4 de junio de 2015
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Allá por 1979, un macarrónico director australiano llamado George Miller arrasó en todo el mundo con un western punk, futurista y post apocalíptico sobre ruedas de bajo presupuesto, que trajo dos grandes males a la humanidad: el "tunning" y Mel Gibson.
Lo del tunning aún se le podría perdonar si no hubiera dado como resultado esa saga demoniaca que es "Fast & Furious", pero lo de Mel Gibson, jamás.

Demostró un manejo de la cámara, de los tiempos, del montaje y de la acción que sorprendió y agradó por igual al universo macarra y al cinematógrafico.
Ahora, 36 años después, la película, convertida en cosa de culto, aún se puede ver, disfrutar e incluso aprender de ella.
En 1981, este mismo australiano estrafalario (Miller, no Gibson) retoma su personaje y lo sumerje de lleno en un otro western ciberpunk mucho más ambicioso y distópico y eminentemente ochentero, que para los fans de la saga es "LA PELÍCULA" y que a mi, que no soy especialmente fan, me deja bastante frío.

En 1985 la criatura crece y se convierte en una gran superproducción, por la que confieso siento una extraña debilidad y que al fanático "madmaxiano" le abochorna en mayor o menor medida.

Siendo la primera que vi, me deslumbró tanto que en mi condición de adolescente, que luego no me dejó disfrutar de sus dos predecesoras. Claro que la adolescencia se cura con el tiempo y al poco adquirí un poco de cordura y sentido común.

No sólo la producción crece y se hace descomunal, sino que se intenta dar un poco de contenido tanto a ese universo desértico sediento de combustible como a la trama y la historia en sí.

Tuvo grandes aciertos, pero sobre todo encumbró a la recién "resucitada" Tina Turner, huracán de mujer que merece todo lo que una artista pueda merecer, relegando al australiano (Gibson, no Miller) a un segundo plano muy a su pesar. Su mayor acierto: descubrirnos que lo más interesante de "Mad Max" no era su inexpresivo y plano protagonista, sino todo lo que le rodeaba.

De ahí que aunque hayan transcurrido 30 años, ese universo ha permanecido latente y tras varios intentos, por fin ha resurgido y lo ha hecho de la mano de su creador el Australiano (Miller, no GIbson).

"Mad Max:Furia en la carretera" es otro western futurista, post apocalíptico y ciberpunk que bebe sobre todo de la segunda entrega de la saga aunque recupera la ambición y la dimensión de la tercera.
Es una película absolutamente macarra y física que se podría describir como "Una brillante persecución sobre ruedas de dos horas con una protagonista aún más brillante".
Explico:
- Es macarra, porque toda la saga lo es. Y ahí radica su encanto...

- Es física, porque a pesar del apoyo digital, que lo tiene y mucho, los vehículos imposibles, la arena, el sudor, los golpes, los personajes...todo se puede tocar y saborear. Todo sabe a verdad y hay veces que hasta duele. La acción es acción real y no una borrachera digital sin sentido ni contenido al estilo "El Hobbit" que pretende deslumbra y no narrar.

- La protagonista, como ya sucediera antes con Tina Turner, es Charlize Theron interpretando a "Furiosa" y no Tom Hardy como "Mad Max", que queda relegado a un simple pelele musculado sin ningún peso en la historia.

Ya sé que sobre este tema han corrido ya ríos de tinta, pero es tan evidente que no queda más remedio que escribir sobre ello.

Si yo fuera mujer odiaría a muerte a esta rubia impresionante y la desearía todos los males imaginables y los que no. No se puede ser más guapa, ni más espectacular, ni tener más carisma, ni más clase, ni interpretar tan asquerosamente bien y mucho menos estar guapa con el pelo rapado, un brazo cortado y llena de mierda sin levantar envidias mortales. Y es que encima cae bien la jodida.
Pero como hombre también la odiaría si tuviera que trabajar con ella porque es uno de esos animales cinematográficos que se comen la pantalla y que anulan todo lo que está a su alrededor. Tom Hardy no iba a ser una excepción. Y no es que sea mal actor (más bien al contrario), sino que no tiene nada que hacer al lado de este animal.
Menos aún cuando su personaje está tan desdibujado el guión.
Sí, adoro a esta mujer. La adoro y me la creo en todos y cada uno de sus papeles, y adoro como se merienda a sus compañeros de reparto.
Es una actriz como una catedral y un monumento en sí misma y merecería ese Oscar que tiene tanto (o más) por esta interpretación tan alucinógena y testosterónica como por la que se le dieron, o por unas cuantas más que me vienen a la memoria. Pero ya sabemos que Hollywood exige bellleza, pero tiende a no tomarla en serio.

Dejar claro primero que es una película "para hombres", sin que nadie se ofenda (o sí, que estoy harto de cogérmela con papel de fumar). Sobre todo porque todas las mujeres que conozco que la han visto, se han aburrido como un político en el congreso.
Recalcar después que es una enorme y dilatadísima persecución sobre ruedas. Y yo, que odio a muerte las persecuciones, y junto con las peleas son lo que mas me aburre en una película, he disfrutado como un pitufo las dos horas que dura la cosa.
Más que una historia cuenta un episodio que se centra en una persecución mastodóntica rodada con gran maestría, montada con riesgo y con acierto, que no da respiro pero si deja espacio para que sus personajes tomen cuerpo.
Un episodio desarrollado en un universo coherente consigo mismo hasta el punto que no hace falta perder tiempo en exponerlo al espectador, explicarlo o justificarlo. Funciona por sí mismo.

Un espectáculo pirotécnico puro, macarronicamente excesivo y con estilo que ni siquiera algún momento irrisorio o un final precipitadísimo consiguen arrebatar ni un ápice de calidad ni de valentía.

Un "reboot" brillante de la saga que augura un futuro esperanzador, aunque realmente no nos importaría que se llamase "Imperiosa Furiosa" y no "Mad Max".
piensaencines
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow