Por poco que analices con cierta profundidad la trama y las consecuencias de los diferentes viajes hacia el pasado, apreciarás algunas incoherencias que te harán preguntar en más de una ocasión... ¿pero... cómo es que....? Pero la película en general se deja ver, pues su ritmo trepidante consigue engancharte, preguntándote cómo piensa el guionista resolver este caos espacio-temporal. El final es un tanto inesperado, y de algún modo justifica la espera: David y su hermana Christina comienzan de nuevo en el desván de su padre, pero en este caso encuentran dos cámaras de vídeo, en vez de una... pues en la segunda cámara están grabadas todas las peripecias que han pasado a lo largo de toda la película... con lo que ahora podrían repetir todos los pasos seguidos, aprendiendo de los errores pasados, tal y como se deduce de la última escena en donde tiene lugar el primer encuentro de David con Jessie (Sofia Black-D'Elia). Entre las incoherencias/errores que pueden apreciarse a lo largo del metraje, uno de los más llamativos es el hecho de que, al menos aparentemente, se estuviera grabando el encuentro de David con su padre en el desván, durante la celebración de su 7º cumpleaños, ya que... ¿quién llevaba la cámara en ese momento?