Esta película, nacida del videojuego con el mismo nombre, ha representado una gran sorpresa para mí por su calidad. Nos relata la historia de una madre que lucha por sanar a su hija, que, sonámbula, la aterroriza hablándole de un lugar llamado Silent Hill.
Esta madre interpretada por Radha Mitchell lleva a la pequeña hasta la población fantasma y a partir de ahí, realidad, fantasía y locura tejen una espiral que lleva al espectador por los más recónditos rincones de la mente, del miedo, de la metafísica y la pérdida de toda razón.
El que fuera director de "El pacto de los Lobos", Chrsitophe Gans, nos entrega ahora este film, elegantemente manufacturado con unos cuidadísimos efectos digitales y una ambientación suprema que no se queda simplemente en eso, sino que nos enreda en un guión en ocasiones tramposo pero digno de aprecio, pues, además de adaptar el videojuego, activa, sino el terror en la audiencia, la necesidad de entender la película, darle un sentido... obliga al espectador a plantearse sus creencias, su fe, su estructura filosófica del más allá.
Recomendable para todos aquellos que busquen algo más que cine gratuito, para quien le guste devanarse los sesos y tener mucho que comentar y discutir al salir del cine.
ENOCH