Tras los buenos resultados de la primera parte en la que el yerno se encontraba en la tensa situación de conocer a los protectores padres de su novia, nos llegó esta segunda entrega que vuelve a aprovechar la vis cómica de su protagonista Robert De Niro. En esta ocasión, la trama se centra en el encuentro entra ambas familias políticas y los enredos y situaciones tensas que eso conlleva.
Los resultados de esta continuación son interesantes lo que ocurre es que se pierde el factor sorpresa. Ya está todo un poco trillado y lo que en la anterir entrega era frescura y dinamismo, en esta ocasión es repetir un poco los chistes de la anterior. Pero hay que reconocer que la película es divertida con momentos realmente graciosos. No es una película para aburrir, la verdad.
El reparto es de lujo y a Ben Stiller (uno de los mejores actores cómicos de los últimos veinte años) y a Robert De Niro que borda el papel de padre psicótico y ultraprotector de su hija (en uno de sus últimos buenos papeles) aparecen Dustin Hoffman y Barbra Streisand como oos hippies padres del personaje de Stiller. El enfrentamiento entre ambas concepciones de vida dará lugar a los gags más conseguidos de la película. Simplemente por el hecho de ver a Streisand, Hoffman y De Niro compartiendo escena, la película tiene su interés.
Un divertimento para pasar un buen rato, que no es poco.