Como ya sabemos, este film se basa en una novela corta de Michael Crichton titulada "Devoradores de cadáveres" que a su vez es una relectura bastante original y bastante "realisra" de la leyenda escandinava de "Beowulf". el héroe vikingo que se enfrenta a unas criaturas maléficas que siembran el terror en esas tierras. Pero cuando he visto las diferentes votaciones que ha tenido la película me he quedado un poco preocupado, más bien pensativo, tampoco hay que exagerar: "Quizás me he pasado con la votación", me dije a mí mismo. Y entonces comencé a intentar recordar las sensaciones que tuve la primera vez que vi el film y tengo que reconocer que fue de lo más emocionante.
Me cautivó la atmósfera tenebrosa y misteriosa que supo crear McTiernan, por primera vez no me chirrió Banderas en su papel y durante algún tiempo del metraje me intrigaba lo que pasaba en el film y qué demonios sería lo que atacaba a esa ciudad vikinga. Evidentemente, la película tiene muchas taras: por ejemplo, la velocidad con la que el personaje de Banderas aprende el idioma vikingo, akgunas escenas parecen que duran bastante menos de lo necesario y las batallas podrían haber sido más espectaculares; los personajes de Omar Shariff y Diane Venora son meras comparsas y por ello uno tiene la sensación de que Michael Crichton (que no quedó muy contento porque decía que el resultado fue demasiado violento) metió bien la tijera durante el montaje y es una pena porque McTiernan consiguió hacer una película entretenidísima en semejantes condiciones y siempre nos preguntaremos qué hubiéramos visto si tantísimas cosas no se hubieran quedado en la sala de montaje. En definitiva, una pena.