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Voto de Prudencio Hernández Jr:
9
Drama Kile Hadley, un magnate del petróleo, y Mitch Wayne, su mejor amigo y empleado, se enamoran de la misma mujer: la secretaria Lucy Moore. Kile, que es un alcohólico irresponsable, se casa con ella, aunque Mitch está convencido de que con esta boda Lucy comete un gran error. Al cabo de un año, contra todo pronóstico, Kyle parece un hombre nuevo: ha dejado de beber y presta más atención a sus negocios. (FILMAFFINITY)
13 de mayo de 2012
6 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
En una sociedad norteamericana que buscaba afanosamente encontrar al Héroe, o tener como principal objetivo ser millonario (formando la élite de poder), y quien se convertía en esas figuras después tenía hijos fracasados, esto era casi un axioma. El tema real no escapa a los melodramas, esos espectáculos de teatro y cine que llegan a mezclar sentimientos, dinero, placer, en un despilfarro de todas esas actitudes que metidas en un cóctel de sensaciones se creaban comedias de vida que supuran raras sensaciones de decadencia.
Ésta película marcada por imponentes escenarios creados por el hombre y su opulencia entre los cuales pululan los personajes, es una muestra que fabula la subida y la caída de los ídolos de pies de barro. Douglas Sirk dirige de forma excelente éste film que se adentra en la actitud asumida por cada uno de los personajes que arrastraban sus dramas desde muy jóvenes (como etiquetados venían al mundo), y ya adultos sus vidas se encaminaban por los caprichos o los excesos, que le marcaban el stablishment, que el director maneja con maestría, dejando plasmada la decadencia del materialismo que separa en clases a las personas y las hace marionetas a merced de su destino fatal. La pobreza (vista desde el punto de vista norteamericano) y la humildad van ligadas en el personaje de Hudson, duro papel que lo salva bien, aunque incurre en excesos de dicha condición y por momentos parece demasiado adulador, que el guión así no le indicaba. Y la riqueza y el despilfarro, mezclados con su afición al alcohol, del personaje de Stack, (en magnifica demostración de talento actoral), y finalmente el de la hermana de éste interpretado en forma magistral por Dorothy Malone en una actuación por demás sublime en su papel de mujer enamorada, despechada y caprichosa a la vez que no escondía sus sentimientos y deseos más oscuros. En éste triángulo se basa la trama y todo se va amalgamando y deshilachando al mismo tiempo, para dejar un desamparo final que libera a los personajes, pero no así al espectador, que piensa que el drama de esas vidas fue simplemente un rato de desidia de vidas perdidas por la ambición.
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Prudencio Hernández Jr
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