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España España · Shangri-la. Andalucía
Voto de Maggie Smee:
7
Thriller. Drama Keller Dover se enfrenta a la peor de las pesadillas: Anna, su hija de seis años, ha desaparecido con su amiga Joy y, a medida que pasa el tiempo, el pánico lo va dominando. Desesperado, decide ocuparse personalmente del asunto. Pero, ¿hasta dónde está dispuesto a llegar para averiguar el paradero de su hija?
26 de octubre de 2013
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Prisioneros” es un interesante thriller, mejor y más trabajado de lo que habitualmente Hollywood nos tiene acostumbrados y que al fin y al cabo entretiene, que es de lo que se trataba. El mayor atractivo, al menos para mí, es la labor de Roger Deakins a la fotografía, tanto en las escenas de interiores como en las nocturnas rodadas en exteriores casi siempre lluviosos o tímidamente nevados. Una vez más hace una excelente labor, que en este caso, era imprescindible que consiguiera esa atmósfera fría y húmeda. Estamos acostumbrados a relacionar este tipo de ambiente con el suspense, pero es curioso, pero en esta ocasión, a mí me llevó a recordar (en sus escenas nocturnas más “urbanitas”) la Rain City de la nostálgica “Inquietudes” de Alan Rudolph. Sus actores se ven comprometidos con sus papeles y hacen una buena labor, y aunque cuente con dignos trabajos de Maria Bello o Hugh Jackman (que hace un gran esfuerzo por alejarse de su imagen “lobezna”) creo que el resto, liderados por Jack Gyllenhall en una notable composición, les van robando protagonismo actoral, desde el estupendo matrimonio de color formado por Viola Davis y Terrence Howard a Paul Dano o el resto del estupendo reparto. Y sin duda Denis Villeneuve es un buen director que con su buen hacer ha sabido sacar un buen resultado de todo esto. Quizás con todo esto quería dejar claro que ante todo me parece una película a recomendar antes que analizarla de una forma más escrupulosa en la que salga perdiendo más, porque también encuentro en ella puntos, que si bien no juegan en contra tampoco le favorecen demasiado, como su excesiva duración, o su guión, cuyo afán es tener un sorpresivo final, se entretiene en superfluas escenas familiares o reinciden en informaciones ya dadas, con el agravante de que no se den descripciones detalladas de todos los personajes con el fin de salvaguardar la intriga, aunque si se mira como guión meramente de thriller han conseguido su objetivo. Y me llama la atención que tratándose de un film sobre secuestro infantil, cuya cuestión más espinosa y desagradable es la de índole sexual, desaparece de un plumazo con un par de tranquilizadoras frases, supongo que para no turbar a la audiencia más “mainstream”. Como buena producción americana se contribuye a esquivar toda cuestión sexual, mucho más al tratarse de menores, aunque no se escatimen en aportaciones violentas si hicieran falta. Y quizás esa falta de veracidad, que no ganas de morbo que es bien distinto, convierta en parte en fuego fatuo todo intento que se haya tenido para darle más lecturas “serias” aparte de ser un thriller, como denunciar la desidia y la descoordinación policial o profundizar en temas éticos o morales. Por eso creo que “Prisioneros” debe verse, como decía al principio, como un thriller. Así, si se ve desde casa o por sorpresa, puede llegar a “disfrutarse” más, siempre y cuando no aturdan a los posibles espectadores en el caso de que le otorguen demasiadas nominaciones para los futuros Oscars y convertirla en lo que tampoco nunca fue.
Maggie Smee
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