Lo primero que pensé al enterarme de esta película fue que debía prepararme para ver una joya del cine: el resultado fue en verdad bien distinto. Si bien la película de Scorsese me parecio bastante meritoria por si misma, las intervenciones de Allen y Coppola me parecieron más bien desafortunadas. Además, no encuentro un orden temático entre las partes, por lo cual más que una obra coral, la calificaría como una obra desordenada y algo desprolija. Destaco las actuaciones del siempre brillante Nolte y de Rossana Arquette. Preferiría olvidar las de Allen y Mia Farrow.