Recuerdo que vi la película, de pequeño, y me encantó la idea del anillo transportador. Después empezó la serie e irremediablemente me enganché a ella, esperando ver un mundo nuevo en cada capítulo, un mundo fascinante, con su marcada cultura, sus originales peculiaridades...

Por aquel entonces yo no tenía internet, así que debía ver la serie a la hora que la echaban en la tele, y era a las 2 de la mañana. Esta serie es la culpable de que fuera medio dormido a clase, pero las ganas de ver Stargate eran irrefrenables.

Me hice amigo de los personajes, sufría lo que ellos sufrían y disfrutaba lo que ellos... pero al final todo termina. Quién inventara una máquina para un borrado selectivo de memoria, y poder verla una y otra vez. Nunca volveré a disfrutar de una serie como lo hice con esta.

Puede que no sea la mejor serie del mundo, pero de acuerdo a mis gustos, es difícilmente igualable.