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Voto de lassie:
6
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Documental
Las entregas de premios como reflejo del exitismo de nuestra sociedad y el mundo de los galardones amateurs —a artistas y comunicadores— como la base de este fascinante documental acerca del éxito y la felicidad. A partir de la observación de la liturgia de las entregas de premios y quienes resultan triunfadores, Néstor Frenkel (El gran simulador) da lugar a un film que reúne lo profundo con lo desopilante. Un estudio antropológico y, ... [+]
1 de junio de 2021
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resulta ser que en la vida los seres vivos incluídos los animales necesitamos reconocimiento por la tarea efectuada, por los logros obtenidos, etc y hay infinidad de formas de darlos, de no darlos y de esperarlos. Un ejemplo que se me ocurre es cuando visité un acuario con delfines y después de cada proeza el que dirigía lo que tenía que hacer el delfín sacaba de una bolsita con alimento y luego de la proeza venia el puñadito de comida, lo cual no me desagradó pero ya en aquel momento ví un claro ejemplo de: si cumplís con lo que yo te digo que haga acá tenés tu recompensa.
Creo en el trabajo rentado y genuino y en los premios siempre y cuando sean un incentivo para comenzar a crecer y dar impulso a ciertas cuestiones que interesan al planeta. El resto comienza a empastarse y se puede comenzar a trasformar en un terreno algo escabroso. Esto es una mera opinión personal. Frenkel lleva a través de su documental una serie de personas, la mayoria con una gran parte de su vida vivida que muestran medallas con títulos recibidos a lo largo de su vida sin hacer hincapié en los nombres de estas personas, tampoco escondiéndolos pero uno ve medallas en el cuello sobre otras medallas y no se termina de entender qué pasó después y qué cambió en el mundo después de ese premio. Uno de los premios se había entregado según el relato sólo en dos oportunidades y el otro afortunado receptor era nada más ni nada menos que Jacques Costeau, un premio llamado "Faro del Fin del Mundo" por promoción de la preservación del medio ambiente, es cierto que así fue, pero la vida continúa como habrá continuado la de los dos receptores de este premio. Cousteau estudiando los mares del mundo y este señor haciendo su programa de radio. Luego en algún momento de la entrevista la quiso cortar abruptamente y ahi quedó, algo no cerró, ni en el documental y yo pienso que en la vida real tampoco.
Creo en el trabajo rentado y genuino y en los premios siempre y cuando sean un incentivo para comenzar a crecer y dar impulso a ciertas cuestiones que interesan al planeta. El resto comienza a empastarse y se puede comenzar a trasformar en un terreno algo escabroso. Esto es una mera opinión personal. Frenkel lleva a través de su documental una serie de personas, la mayoria con una gran parte de su vida vivida que muestran medallas con títulos recibidos a lo largo de su vida sin hacer hincapié en los nombres de estas personas, tampoco escondiéndolos pero uno ve medallas en el cuello sobre otras medallas y no se termina de entender qué pasó después y qué cambió en el mundo después de ese premio. Uno de los premios se había entregado según el relato sólo en dos oportunidades y el otro afortunado receptor era nada más ni nada menos que Jacques Costeau, un premio llamado "Faro del Fin del Mundo" por promoción de la preservación del medio ambiente, es cierto que así fue, pero la vida continúa como habrá continuado la de los dos receptores de este premio. Cousteau estudiando los mares del mundo y este señor haciendo su programa de radio. Luego en algún momento de la entrevista la quiso cortar abruptamente y ahi quedó, algo no cerró, ni en el documental y yo pienso que en la vida real tampoco.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Promediando hacia la mitad se empiezan a ver un montón de imágenes de personas recibiendo premios más caseritos, en lugares de nuestro país más sencillos, todos muy sonrientes y felices porque es evidente que ganar un premio genera endorfinas.En algunos lugares definidos como organizaciones sin fines de lucro barriales se organizan eventos con catering incluído, se fabrican los premios en un taller y con listas se llama a personas nominadas sobre todo en radio en distintas categorías, gente que se emociona realmente mucho. Esto despierta sentimientos encontrados: uno ve mucha gente ya retirada que se entretiene organizando estos eventos, que les gusta mantener vivas las tradiciones, la musica y les gusta bailar tango, y por el otro lado los premiados se sienten que tocan el cielo con las manos, hay tomas que pueden ser tomadas como pensando que se quiere ridiculizar: ej un hombre sacando el peine y peinándose el cabello que le quedaba en la mesa, o mujeres con tanto maquillaje y uñas tan esculpidas que costaba diferenciar si se festejaba conjuntamente el Carnaval. Mucho animal print también. Algunos agradeciendo por un disco que no habían terminado aún con el premio en la mano...en fin. No deberían ser premios consuelo, pero por otro lado la gente viene mal en los últimos años y esto les levanta la moral, es gris la linea que separa lo simpático de lo ridículo. Es tema de debate socio psicológico pero no es el objetivo de esta crítica. Si, el exceso de premios en algunas personas provocó efectos extraños..de hecho cuando les preguntaba para categoría estaban nominados era notorio que no recordaban porque decían que hace años los vienen ganando...de hecho en los creditos del documental hay una asesoria jurídica..creo que está bueno mostrar el fenómeno en sí.