Justamente quisiera referirme así a estas películas y una de mis principales preocupaciones es cómo las generaciones venideras accederán a ellas. Verdaderas obras de arte llevadas a la pantalla grande, donde hombre y mujeres actúan e insinúan montones de cosas sin decirlo. Una dama joven, tranquila como movimientos medidos hasta para protestar al taxista que toca bocina cuando se detiene para que ella baje. Mónica Vitti, hermosa y serena, simple sin necesidad de imponer nada, Delon muy joven como corredor de bolsa y una serie de eventos que en las finanzas internacionales hacen que la gente pierda mucho dinero en poco tiempo, entre ellos la madre de la protagonista. En ese contexto se desarrolla un afecto que no termina de madurar y que parece evolucionar conforme las cosas van aconteciendo en esa Italia más contemporánea. Acá no hay neorealismo, asistimos a una etapa diferente y ese ambiente impregna a todos, incluso a los jóvenes protagonistas. Maestría en la elección de los planos y tal vez incluso también alguien que pueda correlacionar todo lo que se ve con la filosofía contemporánea, porque ningun plano es azaroso, sobre todo en los minutos finales. Películas que deben perdurar y a la que deben tener acceso todos los que le gusta estudiar la evolución de los tiempos y su incidencia en las artes audiovisuales