Tras el momento crítico que supuso para la saga la segunda película dirigida por John Woo JJ Abrams rescato la franquicia y nos dejó una tercera película muy solvente que tomaba las riendas de un caballo desbocado. Continuando con las buenas formas de aquella Misión Imposible 3 esta vez es Brad Bird el elegido para extender el universo que sembró su predecesor.

Protocolo Fantasma tiene algunos de los momentos más inolvidables de toda la saga. Hay episodios de infiltración verdaderamente espectaculares que van mucho más allá de la máscara facial clásica que todos conocemos. Además driver se encarga de darle un nuevo ingrediente a la saga que todavía no habíamos visto. Es capaz de meter humor en un mundo tan serio como es el de los espías que salvan prácticamente a toda la humanidad desde las sombras. Esto, que a priori podría parecer malo, convierte la experiencia en algo todavía más divertido.

Tom Cruise continúa siendo un muy acertado protagonista principal para estas películas. Sus cualidades interpretativas distan mucho de ser perfectas pero parece que ha nacido para esta saga. Al actor se le suma un genial reparto de secundarios con el suficiente carisma como para no ser carne de cañón y a la misma vez aceptar su papel de secundarios. Una fórmula que ya vimos en la tercera entrega y que sigue funcionando.

No acabo de tener claro si es la mejor que he visto hasta la fecha de la saga pero sí que diría que es la más divertida sin tener que estar esto reñido con el propio género.