La película más surrealista, psicodélica y probablemente Beatle de los Beatles. Yellow Submarine no es más que un reflejo de la evolución musical (y espiritual por decirlo de alguna manera) que el cuarteto de Liverpool sufrió durante sus años en el mundo de la música, dando lugar a numerosos estilos en poco tiempo. Yellow Submarine es artísticamente muy interesante por sus dibujos a mano, pero también es argumentalmente y como película muy floja. Vaya por delante que los Beatles son siempre una de mis debilidades, y aunque me conozco su discografía al dedillo sus películas no les hacen justicia. Siempre me parecieron productos destinados a vender y a potenciar la marca Beatles, pero Yellow Submarine es otra historia. Algo así como una excentricidad de un grupo que lo consiguió todo.

La selección de las canciones que vemos en la película es bastante idónea. Probablemente si eres un fan incondicional de la banda coincidas, pero si simplemente te gustan echarás de menos sus canciones más representativas. A pesar de ello las canciones están metidas dentro de la película mucho mejor de lo que esperaba, y no se trata de una película de canciones de los Beatles adornadas con dibujos como más de uno puede pensar.

Pero de lo que sí se trata es de una película de los Beatles en la que escuchar música de los Beatles. Quiero decir, las imágenes no mejoran en absoluto la música como sí pasa con otras producciones musicales (maravillosa Across the Universe), y la sensación es que si me pongo una lista de canciones con las mismas que han salido la película tendría un rato mucho más satisfactorio que el que tengo viendo la película, por lo que como producción no acaba de ser lo que podría haber sido.

Así que Yellow Submarine es una experiencia curiosa, sobre todo por ese surrealismo que acompañó a la banda en los finales de los ochenta y principios de los setenta, pero no acaba de ser lo suficientemente buena como para considerarla imprescindible.