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Voto de davilochi:
7
Comedia. Drama Retrato de la Yugoslavia urbana en los 70 a través de un inocente adolescente que acaba de terminar sus estudios de electricidad y no encuentra trabajo. (FILMAFFINITY)
8 de marzo de 2011
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante película de la cinematografía yugoslava que viene a recoger de manera muy acertada el clima político-social de la época en que fue grabada. Todo el film está planteado en clave simbólica de principio a fin. Nos encontramos en la Yugoslavia de principios de los 70. Por aquel entonces la liberalización de la economía yugoslava antes centralizada ya era una realidad, lo cual tuvo como consecuencia una mayor transparencia de ésta. La introducción de mecanismos de mercado en la economía de la federación dio lugar a fenómenos hasta entonces desconocidos como la inflación y el desempleo. El joven y desorientado Milan, protagonista del film, se va a ver completamente golpeado por todo ello convirtiéndose en el paradigma de una juventud para la cual el experimento lanzado por Tito en 1945 significaba más bien poco. La incapacidad de éste para comunicarse con sus padres - y viceversa - respondería a esa rotura generacional en la cual padres e hijos conviven en compartimentos separados y, casi se podría decir, estancos. Frente a la generación de los padres, conscientes del alto precio que se había tenido que pagar por la paz y la estabilidad, del valor de Yugoslavia como proyecto se encontraba la generación de los hijos, abandonada por las exigencias marcadas por el transcurrir del tiempo: grupos nacionales de presión, oligarquías plenamente asentadas en el poder, una competencía político-económica cada vez mayor en el ámbito internacional... todo ello se conjugó para poner fin a muchas de las características fundamentales del régimen yugoslavo como el pleno empleo y la estabilidad de los precios.

Milan sería la representación de una juventud incapaz de encontrar estímulos en la Yugoslavia de primeros de los 70 o, al mismo tiempo, su entrega en manos de ideas o proyectos opuestos al talante ideológico de los ideales representados por Tito y su federación. Éste sería el reflejo de esa endémica incapacidad para crecer que, por supuesto, sería una crítica a ese parternalismo titista en el ámbito de la política, que "invitaría" a los ciudadanos a dejar estos asuntos en manos de los "profesionales" del Partido y las instituciones. Su inocencia lo presta a múltiples manipulaciones a lo largo del film, como la que sufre a manos de Stojadin Carnic, una especie de mafioso que capta adeptos entre los desafectos o descontentos con el régimen. Para mí no hay duda de que en este caso concreto Carnic sería la representación figurada del nacionalismo que empezaba a convertirse en principal causa de las tensiones surgidas en el seno de la federación. El mismo año que se presentó la película tenía lugar lo que algunos han llamado la Primavera croata, fenómeno que venía de mediados de la década de los 60 y que reivindicaba una mayor autonomía político-económica para Croacia y el reconocimiento de su cultura nacional distintiva. Todo este movimiento estuvo presidido por una presencia dominante de las juventudes estudiantiles de Zagreb.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
davilochi
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