Buena película de los Coen, otra muesca en su culata. La verdad es que siempre se esperan con expectación los estrenos de estos brillantes hermanos, que ahora nos ofrecen su visión del western. Emulando, en parte, a la genial Sin Perdón del también genial Eastwood. Yendo a la película, no es una obra maestra, ni siquiera es la mejor de los Coen, pero tiene cosas estupendas, comenzando por el gran personaje que interpreta la valiente y dulcemente vengativa niña, cuya inteligencia y osadía hace retroceder hasta al tratante más experto y con una tenacidad impropia de su edad. Diálogos brillantes, excelente fotografía, buena banda sonora y , como acostumbran, dirección impecable. Jeff Bridges es el alma de la película, sensacional, como casi siempre, se come al resto, Dammon incluido. Interpreta magníficamente al cazarecompensas, sucio, borracho, egoísta y sin nada que perder. Solo me decepciono el asesino, tan bobo que inspira más pena e indiferencia que odio. Estupendo film, con un final agónico y maravilloso, conmovedor ver sufrir a un pistolero por otra persona, entregando hasta el último resuello. Rara vez se termina una película con tanta fuerza y brillantez, echando el resto, subiendo el listón un poco más. No pasara a la historia, pero merece la pena verla.