Haz click aquí para copiar la URL
España España · Barcelona
Voto de Ulher:
7
Thriller. Terror César es el portero de un edificio de apartamentos y no cambiaría este trabajo por ningún otro, ya que le permite conocer a fondo los movimientos, los hábitos más íntimos, los puntos débiles y los secretos de todos los inquilinos. Si quisiera podría incluso controlar sus vidas, influir en ellas como si fuera Dios, abrir sus heridas y hurgar en ellas. Y todo sin levantar ninguna sospecha. Porque César guarda un secreto muy peculiar: le ... [+]
12 de octubre de 2011
36 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
Podría haber surgido de un simple recorte de la sección de sociedad de cualquier periódico sensacionalista o incluso de unos minutos en pantalla de todo aquel programa matinal dedicado a alimentarse de las miserias ajenas pero hay que viajar cuarenta años atrás para encontrar la raíz de Mientras duermes. Muchos han sido los directores influenciados por el cine de Polanski y Balagueró, un director del género, no iba a ser menos. Ahí tenemos el clima opresivo que proyecta la cinta donde la comunidad funciona como elemento determinante en su logro. Si en la co-dirección de [REC] (2007) y su secuela [REC]2 (2009) ya daba muestras de lo que una escalera modernista del Eixample puede acojonar ahora la portería de una finca regia es el marco perfecto para trasladar el estudio del lado oscuro de la psique humana.

El conejillo de indias en este caso es el portero de una comunidad incapaz de lograr la felicidad y para el que solamente el sufrimiento de los demás es el bálsamo para su depresión. Con esta simple premisa da el pistoletazo de salida un guión que sin alcanzar el cum laude mantiene la tensión de una forma pausada hasta conseguir unos minutos de pura inquietud. El análisis de personajes nunca ha sido tan minucioso en toda su obra otorgandole gran parte del metraje. De ahí sus influencias al ya citado Polanski.

Si algo diferencia este trabajo de Balagueró con respecto a sus anteriores es el posicionamiento del espectador. Obliga rotundamente a situarnos en la nuca del personaje de Tosar. Olvídense de ser la víctima, nos toca jugar a ser malos. Más divertido, sin lugar a dudas, pero con un esfuerzo mayor de autocrítica. Aunque de la mano de un actor tan grande como Tosar el desarrollo de la partida es mucho más fácil. Su capacidad interpretativa va mucho más allá de lo puramente cinematográfico. El actor indaga en terrenos psicológicos de cada personaje adueñándose de su personalidad y éste no era sencillo. La combinación del portero educado y servicial con el macabro al que da vida cuando las luces se apagan es un ejercicio complejo.

La cinta está llamada a ser un éxito en las carteleras pero que nadie espere un festival gore como al que nos acostumbró junto a su colega Paco Plaza aunque alguna secuencia en el 5ºB resulta tan incómoda como fascinante.

Lo mejor: Luis Tosar
Lo peor: la similitud tan evidente en la resolución a la semilla que un día engendró Polanski.
Ulher
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow