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Voto de Fascinoscopio:
6
Drama Narra la historia de Margaret y Walter Keane. En los años 50 y 60 del siglo pasado, tuvieron un éxito enorme los cuadros que representaban niños de grandes ojos. La autora era Margaret, pero los firmaba Walter, su marido, porque, al parecer, él era muy hábil para el marketing. (FILMAFFINITY)
27 de diciembre de 2014
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Big Eyes no es nada de lo que se pueda esperar de Tim Burton. O, al menos, de lo que antes se esperaba de Tim Burton. Porque si bien es un drama correctamente narrado, con una realización de gran oficio y un resultado de calidad, es un producto absolutamente convencional en forma y fondo: no posee ningún tipo de alarde visual; el argumento no es, ni de lejos, un tema perturbador; tampoco intenta experimentar en la manera de contar. De hecho, apenas pueden reconocerse algunos pocos iconos de su filmografía (como la fugaz localización de barrio suburbano o la ambientación kitsch), aunque siga recurriendo a habituales colaboradores (como el compositor Danny Elfman). En general, salvo el hecho en sí de reivindicar a una artista de tan dudoso arte como Margaret Keane y ahondar en su psicología, podría haber sido rodada por cualquier otro director.

Olvidémonos de Ed Wood, Big Fish o, desde luego, Eduardo Manostijeras. Sólo de esa manera podremos disfrutar de este film. Big Eyes no es brillante, pero sí disfrutable desde varios puntos de vista. La interpretación de Amy Adams y Christoph Waltz es diligente y siempre adecuada al guion. La estructura tradicional permite seguir un discurso fluido, de vez en cuando emotivo, que permite inmiscuirse en los sentimientos y motivaciones de la protagonista cómodamente. La presentación audiovisual es verosímil, más de lo que encontramos en mucho cine. El resultado, por tanto, es una historia realista, con personajes de carne y hueso. Incluso podemos atribuirle el toque irreverente (muy descafeinado) de dar trascendencia a una de las manifestaciones más ñoñas que pudo dar la industria artística durante el siglo veinte.

Además aborda algunos aspectos del arte de gran interés: el atribucionismo, esa manía impenitente de evaluar el arte según su autor; la comercialización de la producción artística, que borra los límites entre la obra de arte y su reproducción plástica masificada; la motivación creadora; el papel de la mujer en un mundo de hombres…

Sí. Puede que uno de los mayores logros de Big Eyes sea la manera de completar con matices mundanos y cotidianos la reivindicación de la mujer. A pesar de que la trama principal de por sí parece claramente feminista, son la construcción del personaje principal (con sus dudas, sus temores, sus quehaceres diarios) y las ambientaciones histórica y social las que subliman esa reivindicación.

Drama biográfico muy alejado de la filmografía clásica de Tim Burton. Sin embargo, solvente.

Publicado en blog www.fascinoscopio.com
Fascinoscopio
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