Fascinante en todos los sentidos. El argumento visto desde un punto de vista frio, para una historia macabra, una niña asesinada por un pederasta, pero el toque de magia e ilusión que surge a partir de tan terrible hecho, cambia totalmente la película. Además está magia va de la mano de una estética y unas imágenes tan bonitas que hacen que te olvides de las terrible historia que subyace en el argumento. Vamos que el director a sabido plasmar perfectamente los matices de la novela, y también en cierto modo retratar esta historia que aunque no lo crean tiene algo de realidad, ya que toda la historia se basa en el asesinato real de Samantha Runnion.
En cuanto a los actores cabe destacar la actuación de Saoirse Ronan, que es la que logra transmitir toda la dulzura e inocencia que el argumento necesita para funcionar y la actuación de Rachel Weisz, que aporta la entreza y dureza, al igual que la desesperación de una madre que ha perdido a su hija.
Todo esto la convierte en una de las películas más recomendables del director Peter Jackson.