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6
7,1
34.584
Thriller. Drama
Madrid, verano de 2011. Crisis económica, Movimiento 15-M y millón y medio de peregrinos que esperan la llegada del Papa conviven en un Madrid más caluroso, violento y caótico que nunca. En este contexto, los inspectores de policía Alfaro (Roberto Álamo) y Velarde (Antonio de la Torre) deben encontrar al que parece ser un asesino en serie cuanto antes y sin hacer ruido. Esta caza contrarreloj les hará darse cuenta de algo que nunca ... [+]
10 de marzo de 2017
8 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sí, es cierto: Es una película "noir" muy bien ambientada en España, sin caer en lo casposo y con una trama bastante verosimil y unas actuaciones que realmente rayan el sobresaliente.
¿Y qué le falta? Pues dos cosas fundamentales, que son:
- Hay una tendencia, que casi se está convirtiendo en manía, a "grisacear" personajes. Están de mola los "Malamadre" de Coronado y similares. Los anti-héroes pasados de rosca que casi se confunden, por no decir que lo hacen, con los realmente malvados. Y yo no digo que no sean interesantes - de hecho, normalmente la profundidad de los mismos está en estos claroscuros -, sin embargo, no todos los personajes en una película pueden ser una suerte de tipos sombríos, de doble moral, malencarados y sin ninguna fe en el mundo. Esta película peca en exceso precisamente de eso: Todos y cada uno de los personajes son en el fondo una banda de h*** p***, y yo me resisto a creer que en la sociedad sólo haya gente así.
- Lo subliminal: Lo potente de esta película es la trama, la cercanía a una realidad que podría no ser tan ajena a lo que nos cuentan en ella. Sin embargo, el director se esmera en "hacer sangre" en exceso con dos colectivos: La Iglesia y la policía. Ojito, que yo no digo que nadie sea un santo varón en este mundo, pero la historia no necesita que cada vez que salga un policía o un clérigo, te dé la impresión de que es aun peor que el anterior. Para mí, hay "olor" a mensaje subliminal que, ya digo, la película no necesita para nada.
Por lo demás, exceptuando que en algunos momentos se me ha hecho lenta y tiene un par de situaciones que a mí me sobran por completo (ver spoiler), la película se deja ver bastante. "Interesante" es la palabra y eso, en Filmaffinity, equivale a un 6.
Ahí va el mío.
¿Y qué le falta? Pues dos cosas fundamentales, que son:
- Hay una tendencia, que casi se está convirtiendo en manía, a "grisacear" personajes. Están de mola los "Malamadre" de Coronado y similares. Los anti-héroes pasados de rosca que casi se confunden, por no decir que lo hacen, con los realmente malvados. Y yo no digo que no sean interesantes - de hecho, normalmente la profundidad de los mismos está en estos claroscuros -, sin embargo, no todos los personajes en una película pueden ser una suerte de tipos sombríos, de doble moral, malencarados y sin ninguna fe en el mundo. Esta película peca en exceso precisamente de eso: Todos y cada uno de los personajes son en el fondo una banda de h*** p***, y yo me resisto a creer que en la sociedad sólo haya gente así.
- Lo subliminal: Lo potente de esta película es la trama, la cercanía a una realidad que podría no ser tan ajena a lo que nos cuentan en ella. Sin embargo, el director se esmera en "hacer sangre" en exceso con dos colectivos: La Iglesia y la policía. Ojito, que yo no digo que nadie sea un santo varón en este mundo, pero la historia no necesita que cada vez que salga un policía o un clérigo, te dé la impresión de que es aun peor que el anterior. Para mí, hay "olor" a mensaje subliminal que, ya digo, la película no necesita para nada.
Por lo demás, exceptuando que en algunos momentos se me ha hecho lenta y tiene un par de situaciones que a mí me sobran por completo (ver spoiler), la película se deja ver bastante. "Interesante" es la palabra y eso, en Filmaffinity, equivale a un 6.
Ahí va el mío.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Hay dos cosas que, para mí, no contribuyen en nada al desarrollo de la película:
- La relación del "prota" con la limpiadora de su escalera. Especialmente ese "trauma" de: Te casi violo, te quiero, no te saludo, te busco, te hago gazpacho, no te hablo y te dejo por "tartaja". Lo dicho: Gris, gris y más gris en una película que, francamente, tiene más que de sobra con la figura del compañero policía, su relación familiar y sus enfrentamientos con el resto de compañeros del cuerpo.
- ¿Qué pinta la niña desayunando con el sacerdote jubilado? Evidentemente, no debería ser su nieta y se da a entender que vive solo, exceptuando la compañía de su asistenta. Además, con cuatro líneas escasas de diálogo se deja claro que es otro personaje estúpido, engreído y egoísta. Lo de la niña, y llámenme malpensado, me parece un torpedo en la línea de flotación a la Iglesia que no viene a cuento. Ojo, que no digo que no sea merecido pero, en ese caso, procede ser menos burdo y más sutil. O quizá sea yo muy susceptible.
Lo que venía diciendo en la crítica general: Demasiada brocha gorda para un género que necesita de un pincel muy fino y preciso, aunque el resultado final sea que no es mal lienzo.
- La relación del "prota" con la limpiadora de su escalera. Especialmente ese "trauma" de: Te casi violo, te quiero, no te saludo, te busco, te hago gazpacho, no te hablo y te dejo por "tartaja". Lo dicho: Gris, gris y más gris en una película que, francamente, tiene más que de sobra con la figura del compañero policía, su relación familiar y sus enfrentamientos con el resto de compañeros del cuerpo.
- ¿Qué pinta la niña desayunando con el sacerdote jubilado? Evidentemente, no debería ser su nieta y se da a entender que vive solo, exceptuando la compañía de su asistenta. Además, con cuatro líneas escasas de diálogo se deja claro que es otro personaje estúpido, engreído y egoísta. Lo de la niña, y llámenme malpensado, me parece un torpedo en la línea de flotación a la Iglesia que no viene a cuento. Ojo, que no digo que no sea merecido pero, en ese caso, procede ser menos burdo y más sutil. O quizá sea yo muy susceptible.
Lo que venía diciendo en la crítica general: Demasiada brocha gorda para un género que necesita de un pincel muy fino y preciso, aunque el resultado final sea que no es mal lienzo.