Es una película que presenta a un Sherlock Holmes mayor, con dificultades para recordar, y con angustia constante por recordar los hechos reales de su último caso. La historia se desarrolla a pocos años después de la segunda guerra mundial, y se despliegan una serie de “flashbacks” que más adelante ayudan a Holmes a recordar los hechos verdaderos de un caso sin resolver, escrito como un relato de ficción por su Watson.
Durante el desarrollo de la historia principal, se juega con varios tiempos, es decir, se muestran paralelamente momentos de lo ocurrido años atrás, de su viaje a Japón y finalmente la historia de su ama de llaves y su hijo. Todas estas historias se entrelazan entre sí, en un principio sin mayor conexión, sin embargo, con el desarrollo se encuentra la relación entre estas. Por una parte se encuentra su ama de llaves y su hijo, Holmes despierta la curiosidad del niño, lo que conlleva a que su relación sea cada vez más cercana, nace la complicidad en su relación y el gusto por la apicultura, un caso sin resolver que termino siendo ficción y un viaje a Hiroshima del cual Sherlock recibe un regalo, el cual finalmente genera un conector entre cada una de las historias.
El conector de estas tres historias son las abejas, debido a que es posible encontrarlas en cada uno de los momentos vividos por Holmes, ya que gracias a ellas se van desencadenando una serie de hechos que conllevan a que el desenlace de la historia principal. Las abejas estuvieron presentes en su encuentro con la señora, hacían parte del regalo que recibió en Japón y finalmente, quienes “pican” al pequeño cómplice del Holmes (el hijo del ama de llaves), todo esto conlleva a que Sherlock tenga un momento de lucidez y recuerde posteriormente los hechos sucedidos en un caso que anteriormente no pudo resolver y que así mismo, muestran un parte más humana del personaje, que reflexiona frente a sus acciones del pasado y con ánimos de un mejor presente.