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Voto de el hombre del coco:
10
Drama América, años 40. Don Vito Corleone (Marlon Brando) es el respetado y temido jefe de una de las cinco familias de la mafia de Nueva York. Tiene cuatro hijos: Connie (Talia Shire), el impulsivo Sonny (James Caan), el pusilánime Fredo (John Cazale) y Michael (Al Pacino), que no quiere saber nada de los negocios de su padre. Cuando Corleone, en contra de los consejos de 'Il consigliere' Tom Hagen (Robert Duvall), se niega a participar en ... [+]
13 de enero de 2017
6 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las mayores desgracias que puede tener un cinéfilo (o una persona de la calle... a quien le guste ver cine de verdad) es haber visto películas como El Padrino (la saga entera), Apocalypse Now, Sopa de Ganso, Casablanca, El Tercer Hombre, Ciudadano Kane, La Lista de Schindler, etc. ¿Por qué? Porque en verdad sólo existe una primera vez y cada vez van a quedar menos joyas con las que experimentar esta primera vez cinematográficamente hablando.

Luego se sigue disfrutando pero nunca es lo mismo. ¿Será que he visto El Padrino ya muchas veces? Ahora cada vez espacio más en el tiempo cada visionado de la trilogía y la última vez fue con los subtítulos de los comentarios de Coppola (créedme, se aprende mucho). Pero a pesar de que la he exprimido tantas veces sigue siendo una delicia a nivel cinematográfico. Cada vez que Brando abre la boca y escuchas a Don Vito hablar (como dice Coppola, Puzo no era italiano y no sabía que era incorrecto llamarle Don Corleone, lo correcto era Don Vito) es un goce. Pero es que en verdad es desde la primera escena que la película se convierte en una delicia. Vittorio Corsito, como Amerigo Bonasera abre la película con un plano fabuloso y Brando le hace la replica. No recuerdo en mi vida un principio o inicio de película tan genial e hipnótico a la vez. Coppola decía que un comienzo "raro", fuera de lo acordado por los canones es un principio acertado (saca al espectador de las estructuras que ya tiene en la cabeza de lo que ha de ser una película y ayuda a sacudirle y despertale).
Pero es que todo está lleno de aciertos. El polémico casting es un acierto (quien sepa un poco de la película sabrá porque digo lo de polémico) del cual me voy a permitir destacar dos nombres (ni el magnífico Caan ni Pacino): Duvall y Cazale. Pero es que luego hay secundarios como Vigoda, Letieri, Castellano, Hayden,... Pero volvamos a Cazale. El mundo tuvo una enorme pérdida cuando un cáncer se lo llevo, pero para quien no le conozca le recomiendo que vea su breve filmografía y verá las joyas que hizo y luego falta ver como las hizo.
Pero siguen los aciertos: Coppola convierte una burda novela en la que Puzo pierde tiempo en describir como a Lucy Mancini (sí, la madre de Vincent Mancini de El Padrino III) le reconstruyen la vagina y como el mismo doctor que se la reconstruye es el primero en estrenarla, la reconvierte en un drama familiar. ¿Shakespeare? ¿Tragedia griega? Llamadlo como queráis, pero Coppola sabe convertir una novela de mafiosos en una película que es un drama familiar que se traduce en como un hijo se convierte en aquello que jamás quiso ser. Y las películas sucesivas ahondan este drama. Michael no quiere ser como su padre. Pero Michael acaba siendo no como él, sino en el siguiente nivel, el siguiente paso.
Vito es familiar, cercano; Vito vive dentro de sus raíces sicilianas, pero Michael vive dentro de una nueva realidad en la que perderá sus esencias y sus raíces. Michael dejará de... Bueno, eso es ya otra película.

¿Y Gordon Willis? ¿Y Nino Rota? Olvidémonos de la polémica por el uso del tema de Fortunella (le supuso la descalificación a Rota en su candidatura al Oscar a la mejor banda sonora) y centrémonos en la partitura que hace. Sin lugar a dudas una de las más importantes de la historia del cine. Y la fotografía de Gordon Willis es asombrosa (sorprende escuchar los comentarios de Coppola sobre de Willis).

Añado, como curiosidad, viendo los comentarios del director se ven "fallos" no vistos antes y se entieden otros aspectos de la película. Pero también se entiende mejor como se hace una película (a la par se padece la odisea que le supuso a Coppola la realización de la película por la falta de confianza por parte del estudio). La película era de (más o menos) bajo presupuesto y se nota la falta de recursos en varios aspectos de la filmación. Pese a todo, Coppola disparó el presupuesto de la película (hasta los poco más de seis millones de dolares). Pero en planos rodados por la segunda unidad se nota la falta de medios (uno de los más curiosos es cuando Michael llega a Las Vegas y se les ve saliendo del coche y entrando en un hotel: se rodó en Nueva York, se distingue a hippies dentro de la recepció y se nota que ni es Michael ni es tampoco el pobre Fredo); otra escena que siempre me había llamado la atención, el reencuentro entre Michael y Kay: se rodó un año después de haber finalizado el rodaje (algo que me llama enormemente la atención porque sin la escena no se entiende la vuelta de Kay a la trama) pero Gordon Willis no pudo rodarla y el resultado el visible (si saben un poco la forma de trabajar de Willis lo entenderán).

Y solo una cosa más que sirve para entender la forma tan perfeccionista de trabajar de Coppola (en un aspecto que luego repetirá en Apocalypse Now). El realismo que pretende mostrar y muestra no es está solo en las imágenes y escenas que muestra: al final de la película se ve a Michael caminando con un sombrero, brazos caídos y un ruído muy característico en sus pasos. Dean Tavoularis (espero haberlo escrito bien) se empeño a poner un suelo de gravilla que hacía ruído al caminar por encima de él. ¿Objetivo? Remarcar aún más si cabe el caminar de Michael hasta el punto de escuchar sus pisadas.

Conclusión: si no la han visto no vean la película, luego se arrepentirán porque perderán la magia de verla por primera vez y además querrán más y más como si de una droga se tratara.
el hombre del coco
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