Después de un taquillazo como "Superdetective en Hollywood" (película pasable y poco más) y no acabar a buenas con Eddy Murphy, el ramplón Martin Brest, hace a mi juicio su mejor trabajo con esta comedia de acción tan del gusto de los ochenta.
Sus toques de humor, sus escenas de tiros, persecuciones de coches y su "happy end" la hacen ideal para el típico espectador de evasión que abundan en las salas cinematográficas.
Robert De Niro está bastante bien y se le nota un actor tragicómico especial algo que no abunda. Sinceramente a Charles Grodin, no se que le ven, das una patrada y salen cincuenta como él, muy justito.
Su estética ochentera (y sobre todo su música) es bastante aborrecible, además de tener un guión inverosímil (¿alguién se cree lo que está pasando?) y trillado que le salva un montaje que hace soportar las en ocasiones largas dos horas de metraje.
En conjunto un producto muy digerible, sin muchas pretensiones que algunos han intentado ensalzar más de la cuenta, puede que por nostálgia.