Me ha costado entrar en la Guerra y Paz. El retrato inicial de una aristrocracia parásita, improductiva, preocupada únicamente por encontrar un buen marido, por cotillear, una aristocracia que se había alejado tanto de su pueblo que habían abandonado su idioma para hablar francés, me resultó aburrido, pesado, hastiante.

A partir del momento en que Pierre se hace masón la serie se anima. La entrada de los franceses en Rusia la acelera aún más. La recreación de la Batalla de Borodino, igual que la anterior de Austerlitz, es magnífica, con un impresionante realismo y con unos coros rusos de fondo encajan perfectamente. La batalla es, además, el momento de inflexión de la serie ya que supone un baño de realidad para unos, el castigo, y el perdón, la redención, para otros.

* me encanta la escena en la que los campesinos le niegan los caballos a los nobles para que huyan. Ponían sus esperanzas en los ideales que traían los franceses, los ideales de la Revolución Francesa, los que supuestamente encarnaba Napoleón. Además, la escena muestra la profunda desigualdad existente entre las clases sociales rusas. Con escenas como esa se entiende mucho mejor lo que vendrá luego.

Paul Dano, en el papel de Pierre Bezujov, destaca sobre el resto de actores. En su personaje el que más cambia, el que más evoluciona. Lily James me ha gustado mucho también. Esa sonrisa perdería a cualquiera.

La escena final es realmente emocionante, todo un canto a la esperanza, a la vida. La redención por el amor. De lo malo sale lo bueno, lo que somos es lo que hemos vivido, sin eso no seríamos nosotros, seríamos otra cosa, otras personas.

Gran serie, gran obra la de Tolstoi.