Haz click aquí para copiar la URL
España España · Zaragoza
Voto de Paco Ortega:
9
Drama Don Jaime (Fernando Rey), un viejo hidalgo español, vive retirado y solitario en su hacienda desde la muerte de su esposa, ocurrida el mismo día de la boda. Un día recibe la visita de su sobrina Viridiana (Silvia Pinal), novicia en un convento, que tiene un gran parecido con su mujer. Basada libremente en la novela "Halma", de Benito Pérez Galdós. (FILMAFFINITY)
26 de febrero de 2009
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Buñuel en estado puro. El Buñuel que domina el oficio, dirige magistralmente a los actores y ha destilado un perfume cinematográfico peculiar. Ese que ya está sordo y que comienza a poder lo que quiere, dentro de un orden, y lo que quiere es lo que siempre quiso desde los tiempos de “Un perro andaluz”. Con Gustavo Alatriste ha encontrado el productor que comprende y apoya sus proyectos y, de este modo nace “Viridiana”, que por azares del destino convino rodar en España. Buñuel solicitó entonces hacerlo con la sociedad que Bardem, conocido republicano, dirigía.

Rodar en España tuvo ventajas e inconvenientes. El mayor, la polémica que ocasionaron quienes vieron que era una traición a la posición antifranquista del director de Calanda. En sus memorias escribe: “ una vez más, se me atacaba y se me insultaba, pero en esta ocasión los ataques procedían de los mismos entre los que me alineaba.” Cuando la película se estrenó el propio Franco solicitó verla. Su ministro la había prohibido, y él en esta ocasión no quiso desautorizar a su ministro. Por algo sería.

Fernando Rey en su papel de Don Jaime y Silvia Pinal en Viridiana están magníficos, y es la primera vez que trabajan con Buñuel. Se percibe desde los primeros momentos que entre ellos hay sintonía cinematográfica, y a ese tándem se une Paco Rabal, que había sido un brillante Nazarín algunos años antes. El resto de los actores están también soberbios, componiendo un mosaico de desarrapados y menesterosos entre los que destaca uno que lo era de verdad en la vida real, el leproso sin dientes, y que está sencillamente genial. Buñuel luchó porque cobrara como los demás compañeros profesionales.

La historia es aparentemente sencilla, y de eso se jacta Buñuel. Pero esa aparente sencillez está hecha de mucha reflexión sobre el erotismo y la represión de la sexualidad, sobre el valor coercitivo de la religión católica y de la iglesia, sobre sus conclusiones sobre la condición humana. Hay, en ese sentido, un continumm en sus películas: por una parte denuncia la miseria y los factores que la provocan, pero, a la vez, no defiende a los miserables, a los que ve como víctimas pero también como continuadores y cómplices e incluso causantes de sus propias desdichas. Eso no es sencillo: es un pensamiento complejo sobre la sociedad, el mundo y la propia existencia. Franco no tenía un pelo de tonto.

En “Viridiana” está lo mejor de “Los olvidados”, pero también de lo que significan “Nazarin”, “Así es la aurora” o incluso “El bruto”. Es una síntesis formal, pero también la cristalización de la cosmovisión de un hombre adulto y de un artista genial que ya era admirado internacionalmente. Esta película obtuvo la Palma de Oro del Festival de Cannes.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Paco Ortega
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow