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Voto de el pastor de la polvorosa:
7
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16 de septiembre de 2012
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El irlandés parece, genéricamente, un comic o un spaghetti-western, y limita por ese lado con Kitano o Tarantino: el narrador no termina de creerse la historia que cuenta, y la ironía forma parte indisoluble de su relato. No es más -ni menos- que un logrado ejercicio de estilo que se apoya en el esquema tópico de dos policías de caracteres opuestos, uno blanco y otro negro, unidos a su pesar para una peligrosa misión.
Al margen de su perspectiva humorística, la película me recuerda, en su mezcla de truculencia sentimental y elegancia virtuosística, al disco de música tradicional irlandesa que grabó Van Morrison con los Chieftains; este disco se abre, por cierto, con The star of the county down, tema que el protagonista escucha con su madre en un pub en una escena de la película, y que subraya sutilmente su dependencia edípica.
Retrato cruel y cómplice a un tiempo de Irlanda, la película consigue, a pesar de su planteamiento auto-irónico, suspender la incredulidad del espectador y su sentimiento de cosa ya vista, moldear unos personajes -excelentemente interpretados por todos los actores- con los que apetece estar y, en definitiva, hacernos pasar un buen rato.
Al margen de su perspectiva humorística, la película me recuerda, en su mezcla de truculencia sentimental y elegancia virtuosística, al disco de música tradicional irlandesa que grabó Van Morrison con los Chieftains; este disco se abre, por cierto, con The star of the county down, tema que el protagonista escucha con su madre en un pub en una escena de la película, y que subraya sutilmente su dependencia edípica.
Retrato cruel y cómplice a un tiempo de Irlanda, la película consigue, a pesar de su planteamiento auto-irónico, suspender la incredulidad del espectador y su sentimiento de cosa ya vista, moldear unos personajes -excelentemente interpretados por todos los actores- con los que apetece estar y, en definitiva, hacernos pasar un buen rato.