Media votos
7,5
Votos
631
Críticas
29
Listas
0
Recomendaciones
- Sus votaciones a categorías
- Contacto
-
Compartir su perfil
Voto de Carla road60b:
8
7,9
67.964
Aventuras. Drama
Antigua Roma, bajo el reinado de los emperadores Augusto y Tiberio (s. I d.C.). Judá Ben-Hur (Charlton Heston), hijo de una familia noble de Jerusalén, y Mesala (Stephen Boyd), tribuno romano que dirige los ejércitos de ocupación, son dos antiguos amigos, pero un accidente involuntario los convierte en enemigos irreconciliables: Ben-Hur es acusado de atentar contra la vida del nuevo gobernador romano, y Mesala lo encarcela a él y a su ... [+]
21 de mayo de 2016
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ben-Hur es un clásico y toda crítica que se salga de los márgenes que se han escrito desde 1959 es objeto de una llovizna de palos. Pero a mí eso de los márgenes y el bienquedismo nunca se me dio bien así que iré sacando el paraguas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
Me la vi a mis 25 años, no sé si demasiado pronto o demasiado tarde. Honestamente dudo que muchas personas de mi generación vean cine de antes de los 80, siendo optimista. Todo respetable, ojo. El caso es que cayó en mis manos (de un modo bastante literal) en forma de regalo y con una carga de ironía pasmosa.
Tres horas y media de película después ya tenía una primera impresión muy clara y es: me sobra la última media hora de religión. Me pareció hasta mal y metido a calzador. Como si me hubieran vendido un gran espectáculo para intentar colarme la historia del salvador. Lo que, de toda la vida de Dios (y nunca mejor dicho) se llama vendebiblias.
Me da rabia porque Ben-Hur es espectáculo puro. Tiene hasta apertura e intermedio a un modo muy teatral, con las manos de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel en la pantalla.
La historia es apasionante como un culebrón de los que enganchan: Antigua Roma, Judá Ben-Hur, hijo de una familia noble de Jerusalén; y Messala, tribuno romano que dirige los ejércitos de ocupación, son dos amigos desde la infancia. Pero una acalorada discusión y tras un terrible infortunio, Ben-Hur es acusado de atentar contra la vida del nuevo gobernador romano. Messala lo envía a galeras y encierra a su madre y a su hermana en las mazmorras. Judá salva la vida al comandante de la nave, que lo acoge como a un hijo; y más tarde conoce a un jeque árabe que participa en carreras de cuadrigas. Éste le pide que lidere a sus preciosos caballos blancos; pues está cansado de ver cómo un tal Messala gana todas las carreras con sus caballos negros.
Es una historia de redención y lucha interna, que culmina en una inmensa carrera de cuadrigas que sigue impresionando a día de hoy. Con dimensiones épicas al nivel de Cabiria. Hoy nos tragaríamos chroma por un tubo. Lo mejor es que encima es súper fácil de seguir, con planos gigantes y ese sonido…sin musiquita rimbombante, crudo.
Nuestro héroe gana la carrera, libera a su madre y su hermana que están sanas como lechugas, se casa con Esther y fueron felices para siempre…NO. En realidad gana la carrera y después hay media hora de La Pasión de Cristo, lo cual encuentro absolutamente desagradable. No solo porque no comulga con mis ideales; sino porque me da bastante grima y creo que sobra.
Ya me dijo un pajarito que no critique la película, que critique la novela; pero no tiene nada que ver. A mí lo que no me gusta es que metan a Jesusito en esta historia, me da igual película que novela, gavilán o paloma. Por no decir que podría ser perfectamente una adaptación en la que se omitiera y nos ahorraríamos media hora del mesías. Pienso que, si no cambiaron ni una coma, fue en parte por afán eclesiástico. Lo creo de verdad no solo porque aparezca, sino por el tratamiento que se le da a nivel argumental y técnico.
Tres horas y media de película después ya tenía una primera impresión muy clara y es: me sobra la última media hora de religión. Me pareció hasta mal y metido a calzador. Como si me hubieran vendido un gran espectáculo para intentar colarme la historia del salvador. Lo que, de toda la vida de Dios (y nunca mejor dicho) se llama vendebiblias.
Me da rabia porque Ben-Hur es espectáculo puro. Tiene hasta apertura e intermedio a un modo muy teatral, con las manos de la Capilla Sixtina de Miguel Ángel en la pantalla.
La historia es apasionante como un culebrón de los que enganchan: Antigua Roma, Judá Ben-Hur, hijo de una familia noble de Jerusalén; y Messala, tribuno romano que dirige los ejércitos de ocupación, son dos amigos desde la infancia. Pero una acalorada discusión y tras un terrible infortunio, Ben-Hur es acusado de atentar contra la vida del nuevo gobernador romano. Messala lo envía a galeras y encierra a su madre y a su hermana en las mazmorras. Judá salva la vida al comandante de la nave, que lo acoge como a un hijo; y más tarde conoce a un jeque árabe que participa en carreras de cuadrigas. Éste le pide que lidere a sus preciosos caballos blancos; pues está cansado de ver cómo un tal Messala gana todas las carreras con sus caballos negros.
Es una historia de redención y lucha interna, que culmina en una inmensa carrera de cuadrigas que sigue impresionando a día de hoy. Con dimensiones épicas al nivel de Cabiria. Hoy nos tragaríamos chroma por un tubo. Lo mejor es que encima es súper fácil de seguir, con planos gigantes y ese sonido…sin musiquita rimbombante, crudo.
Nuestro héroe gana la carrera, libera a su madre y su hermana que están sanas como lechugas, se casa con Esther y fueron felices para siempre…NO. En realidad gana la carrera y después hay media hora de La Pasión de Cristo, lo cual encuentro absolutamente desagradable. No solo porque no comulga con mis ideales; sino porque me da bastante grima y creo que sobra.
Ya me dijo un pajarito que no critique la película, que critique la novela; pero no tiene nada que ver. A mí lo que no me gusta es que metan a Jesusito en esta historia, me da igual película que novela, gavilán o paloma. Por no decir que podría ser perfectamente una adaptación en la que se omitiera y nos ahorraríamos media hora del mesías. Pienso que, si no cambiaron ni una coma, fue en parte por afán eclesiástico. Lo creo de verdad no solo porque aparezca, sino por el tratamiento que se le da a nivel argumental y técnico.