Esta es, de esas películas que no saben a que mundo pertenecen, porque en un intento de complacer a varios tipos distintos de espectadores, se quedan en el limbo de sus intenciones.

Ni un adulto puede tragar tanta babosería, ni puede sentirse identificado con ese Peter Pan bastardo, que olvidó quien era porque se hizo mayor, ni un niño puede soportar tanto aburrimiento tedioso, que le supone ver un inicio alargado sin necesidad, con una presentación de personajes mal rematada e interminable.

Seguro que Spielberg disfrutó rodeado de tanto niño haciendo el imbécil, pero sinceramente, no me creo que no se de cuenta del ridículo que suponen la mayoría de sus escenas, si eso es "nunca jamás" prefiero que me lleven al cementerio, mucho más agradable pasar mi tiempo alli.

Mención especial para el reparto, a Robin Williams es para matarlo lentamente, sobreactuado de forma maligna, y a Julia Roberts casi que igual, se pasa toda la película enseñando su perfecta sonrisa y lo mona que es, pero se le olvido interpretar su papel.
Los únicos que se salvan son Hoffman y Bob Hoskins, divertidos y con mucho oficio.

Una auténtica basura, la cinta más mala de Spielberg con diferencia, contiene todo lo peor de su cine, ese que tan mal le sale cuando se nos pone infantiloide.