Extraordinaria fusión de romanticismo e intriga de espionaje con aristas de cine negro escrita por Ben Hecht y dirigida por Alfred Hitchcock en uno de sus mejores trabajos.

El orondo cineasta inglés se muestra tremendamente delicado y sutil en la exposición amorosa de Cary Grant e Ingrid Bergman.
Hitchcock filma con exquisito tacto pausados, sensibles y apasionados momentos de vínculo romántico entre ambas estrellas, un vínculo complejo que conlleva también situaciones de angustia emocional y sentimental.

El mcguffin de la intriga política acentúa el tono paranoico de la trama, así como intensifica la zozobra de la complicada situación amorosa.

Es una película madura que resulta tremendamente interesante y rica desde el punto de vista psicológico, además de ser de una elegancia sublime tanto en la puesta en escena como en la planificación, una obra maestra con escenas memorables como los besos intermitentes entre Grant y Bergman o el espectacular movimiento de cámara realizado con una grúa que desciende desde lo alto de una escalera hasta la mano del personaje de Ingrid Bergman, finalizando con un primer plano de una llave en sus manos.

Cary Grant nos regala otra maravillosa exhibición a nivel interpretativo, componiendo magistralmente un personaje con diferentes matices: cínico, impasible, amoral, elegante por supuesto, sereno, reflexivo.....con miradas profundas e inolvidables que hablan por si solas.