Ir a las películas sabiendo el final puede ser una jodienda o una bendición. Si eres muy fan de una saga y te has encariñado tanto con sus personajes que quieres ver su desenlace, es más la primera. Sin embargo, para una película separada no te viene tan mal, porque, aunque no te sorprendan, por lo menos puedes analizar el cómo se llega a la conclusión. Esto me ha pasado con "Siete almas".

Ben Thomas (Will Smith) es un inspector de hacienda que está llevando a cabo una misión personal: ayudar a siete individuos con sus vidas. Sus motivaciones son desconocidas, pero esta tarea le acaba llevando a conocer a Emily Posa (Rosario Dawson), una mujer de la que se enamora profundamente y que se verá involucrada en sus planes.

El guion lo cierto es que no es gran cosa, aunque tiene grandes momentos, tiene un gran período de vacío de drama lento y meticuloso que por momentos se hace verdaderamente pesado. Eso sí, como ya he comentado hay grandes momentos sobretodo rodeando el principio (planteamiento de preguntas) y el final (respuesta a las preguntas), aunque no compensan lo que hay que pasar para ello.

En las actuaciones contamos con Will Smith, Rosario Dawson y Woody Harrelson. Este último, haciendo de secundario, tiene un papel más bien esporádico pero sus apariencias e interacciones de protagonista son suficientes para tener algo de peso. En cuanto a la pareja afroamericana formada por Smith y Dawson, funcionan bastante bien juntos en pantalla, aunque tengo mis reservas de los momentos en los que Will no está acompañado de ella.

Así, "Siete almas" es una película que se guarda sus grandes armas tanto al principio de su cinta como al final, lo que provoca un período intermedio de drama lento y meticuloso que lo va preparando todo. La cuestión de verdad es si merece la pena toda esa construcción que se hace, algo que cada uno debe comprobar por sí mismo.