Hay muchos animes buenos, o que al menos nos parecen buenos ya sea por su trama, personajes.. pero solo unos pocos logran dejarte pensando al acabarlos, con una sensación que te inunda los sentidos. Es una sensación que a veces dura unas horas, pero en otros casos dura hasta días o semanas. Esta es una de esas obras que consiguen hacerte reflexionar y moverte algo por dentro.

En una frase podríamos describir esta serie como una utopía que pende de un delgado equilibrio. Esta serie nos trasporta a 1000 años en el futuro, a un mundo donde la humanidad ha vuelto a un estado retrógrado, con menos tecnología, pero poseyendo un poder psíquico, el Cantus, del cual girará la trama.

Los personajes se ven muy humanos, consiguen transmitirnos lo que sienten, ya sea amor, angustia, dolor.. La trama nos mantiene atentos, hay aventura, drama, y sobretodo va mantiendo el suspense a lo largo de los capítulos. Cuando se van desvelando cosas, la serie suele hacer que te sorprendas y reflexiones.

La animación me parece correcta, y la música acompaña muy bien los momentos de tensión o drama, se deja notar a lo largo de la serie y me ha parecido perfecta, elevando en varios momentos las sensaciones que se nos quiere transmitir.

En definitiva, una serie redonda, que te hace sentir y reflexionar.