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Voto de Ivan_Rumar:
6
7,9
17.425
Serie de TV. Animación. Acción. Fantástico. Aventuras
Serie de TV (2013-2023). 4 temporadas. Serie basada en el manga del mismo nombre, dirigida por Tetsuro Araki y protagonizada por un grupo de residentes de una ciudad rodeada de murallas, las cuales sirven para proteger a la población de los ataques de gigantes caníbales, quienes de vez en cuando consiguen entrar en el lugar. (FILMAFFINITY)
26 de diciembre de 2013
80 de 154 usuarios han encontrado esta crítica útil
Actualizo la crítica:
TEMPORADA 2. Un buen ejemplo de cómo debería ser la serie: centrada en la acción con los titanes y en los misterios relacionados con estos. Concisa, sin divagaciones que no vienen a cuento, sin subtramas innecesarias, aburridas y poco profundas. Aquí los flashbacks están bien trabados, son necesarios y contribuyen a hacer avanzar la historia o los misterios del presente. Y hay revelaciones sorprendentes. Para mí, de lo mejorcito de lo que llevamos de serie.
TEMPORADA 3 PARTE 1. Volvemos otra vez a los bajones característicos de la 1ª temporada. Pero esta vez, exacerbados. Se nota la incapacidad del creador para tratar temas y reflexiones adultas; la serie siempre pincha cuando quiere tratar cuestiones morales, sociales y políticas y se aleja de los titanes. El autor o bien quiso hacer una versión para dummies que se ajustara a un público muy joven o en realidad no tiene capacidad para tratar dichos temas o exponerlos de una forma mínimamente atractiva o compleja.
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Esto es lo que dije de la TEMPORADA 1:
"Ataque a los titanes" es la serie anime del momento. Ha arrasado por allí donde ha pasado y muchos aseguran que es de lo mejor que se ha hecho este 2013. Sinceramente, desconozco si esto es cierto o no, pero no puedo hacer otra cosa que sorprenderme. "Ataque a los titanes" es una propuesta interesante, pero no pasa de eso.
En esta crítica hay spoilers.
Tras un inicio prometedor, con dos capítulos bastante intensos, todo acaba diluyéndose hasta incurrir en el tedio, para luego volver a remontar hacia el tercio final. No es que la serie sea mala, no es eso. El problema es que emplea demasiados capítulos para contarnos una historia que no necesita de tantos y entre hecho y hecho trascendental, siempre hay capítulos de relleno que rebajan la calidad del conjunto. Ver "Ataque a los titanes" es ver un puñado de buenas ideas alargadas en exceso.
La caída del distrito Shingashina es un inicio más que notable para, en pocos capítulos, sentar las bases de la propuesta. Luego viene la defensa del distrito Trost, que podría haberse contado con dos tercios menos de los capítulos que se usan; es casi un despropósito usar casi tres capítulos para mostrarnos como el trío protagonista discute con el oficial que quiere ejecutar a Eren, o que tarden prácticamente lo mismo en decidir si ponen o no una maldita roca para tapar el agujero de la muralla. Y luego está el capítulo del juicio, por poner otro ejemplo. Es una chorrada como una catedral. Y a todo esto, ya hemos perdido medio capítulo en una cosa que podría, o bien no haber aparecido, o haberse dotado de mayor complejidad para que aportase algo a la trama. No es hasta que Eren pasa a estar custodiado por los miembros del grupo de reconocimiento que la historia no remonta y cuando aparece la Titán Mujer, la historia se sitúa a un buen nivel y no decae hasta el final. Eso no quiere decir que esas partes no sufran de los mismos problemas de ritmo que achacaba la primera parte, pues desaprovechan más de un capítulo con flashbacks y digresiones inútiles, pero éstos no están tan acentuados y no entorpecen la narración. No todo es malo, ni mucho menos. Hay escenas muy buenas, como cuando Eren y su grupo de compañeros son devorados por los titanes en Trost, o las apariciones del Titán Colosal y el Titán Blindado, o prácticamente todo el transcurso de la expedición a María y la posterior aparición de la Titán Mujer, o cuando descubren su identidad. Esas partes están bien, pero quedan enterradas en relleno.
Otro de los problemas que acusa "Ataque a los titanes" es el miedo del autor a aventurarse en el terreno adulto. Y lo entiendo, sabiendo a la audiencia a la que finalmente va dirigida la serie. El problema radica en que la historia que se nos quiere contar, de una humanidad al borde del colapso, con una especie de titanes que les dan caza y los masacran en cuanto pueden, no se presta a ser un shonnen y, sin embargo, Araki se decanta por esta opción. En este sentido, vemos como los titanes devoran a la gente, pero sin entrar en detalles. Vemos como los dirigentes toman decisiones crueles para quitarse de encima a los refugiados, pero apenas vemos nada de la carnicería a la que son enviados en el capítulo 2. Observamos como los ricachones de los distritos interiores desprecian a los habitantes de la periferia, los que realmente están sufriendo por culpa de los titanes, pero todo está tratado de forma demasiado superficial, sin ahondar mucho. El que espera una historia adulta, y vuelvo a repetir que es lo que se espera de semejante premisa, se siente decepcionado al no encontrarse un "Berserk" o un "Claymore". Durante los 5 primeros capítulos vemos como el autor duda, sin saber si decantarse hacia una historia más adulta o más juvenil, hasta que llega el capítulo 6-7 y toma la decisión de derivarla hacia el shonnen decidiendo que haya humanos que puedan llegar a transformarse en titanes; ahí es cuando abandona cualquier verosimilitud que pudiera tener la historia y se entrega a firmar una historia más de peleas, concentrada en ver si Eren finalmente aprenderá a luchar en su forma de titán y así acabar con los titanes más fuertes.
Otro problema de "Ataque a los titanes" es que se las da de trascendental en algunos pasajes y lo hace de una forma demasiado inocente, para nada acorde a lo que se esperaría de un planteamiento tan maduro. Se sostiene en plantear dilemas vacuos y superficiales, muy reiterativos, sobre los pros y los contras de luchar por y para la humanidad. No paran de decirnos que los sacrificios a los que deben hacer frente para acabar con los titanes no siempre son justos, que la población no sabe apreciar los esfuerzos de los soldados, que éstos arriesgan la vida día tras día por algo que saben que no van a poder conseguir, etc. Son planteamientos muy sencillos, trilladísimos, y que ocupan demasiados minutos.
La crítica continúa en spoiler por falta de espacio.
TEMPORADA 2. Un buen ejemplo de cómo debería ser la serie: centrada en la acción con los titanes y en los misterios relacionados con estos. Concisa, sin divagaciones que no vienen a cuento, sin subtramas innecesarias, aburridas y poco profundas. Aquí los flashbacks están bien trabados, son necesarios y contribuyen a hacer avanzar la historia o los misterios del presente. Y hay revelaciones sorprendentes. Para mí, de lo mejorcito de lo que llevamos de serie.
TEMPORADA 3 PARTE 1. Volvemos otra vez a los bajones característicos de la 1ª temporada. Pero esta vez, exacerbados. Se nota la incapacidad del creador para tratar temas y reflexiones adultas; la serie siempre pincha cuando quiere tratar cuestiones morales, sociales y políticas y se aleja de los titanes. El autor o bien quiso hacer una versión para dummies que se ajustara a un público muy joven o en realidad no tiene capacidad para tratar dichos temas o exponerlos de una forma mínimamente atractiva o compleja.
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Esto es lo que dije de la TEMPORADA 1:
"Ataque a los titanes" es la serie anime del momento. Ha arrasado por allí donde ha pasado y muchos aseguran que es de lo mejor que se ha hecho este 2013. Sinceramente, desconozco si esto es cierto o no, pero no puedo hacer otra cosa que sorprenderme. "Ataque a los titanes" es una propuesta interesante, pero no pasa de eso.
En esta crítica hay spoilers.
Tras un inicio prometedor, con dos capítulos bastante intensos, todo acaba diluyéndose hasta incurrir en el tedio, para luego volver a remontar hacia el tercio final. No es que la serie sea mala, no es eso. El problema es que emplea demasiados capítulos para contarnos una historia que no necesita de tantos y entre hecho y hecho trascendental, siempre hay capítulos de relleno que rebajan la calidad del conjunto. Ver "Ataque a los titanes" es ver un puñado de buenas ideas alargadas en exceso.
La caída del distrito Shingashina es un inicio más que notable para, en pocos capítulos, sentar las bases de la propuesta. Luego viene la defensa del distrito Trost, que podría haberse contado con dos tercios menos de los capítulos que se usan; es casi un despropósito usar casi tres capítulos para mostrarnos como el trío protagonista discute con el oficial que quiere ejecutar a Eren, o que tarden prácticamente lo mismo en decidir si ponen o no una maldita roca para tapar el agujero de la muralla. Y luego está el capítulo del juicio, por poner otro ejemplo. Es una chorrada como una catedral. Y a todo esto, ya hemos perdido medio capítulo en una cosa que podría, o bien no haber aparecido, o haberse dotado de mayor complejidad para que aportase algo a la trama. No es hasta que Eren pasa a estar custodiado por los miembros del grupo de reconocimiento que la historia no remonta y cuando aparece la Titán Mujer, la historia se sitúa a un buen nivel y no decae hasta el final. Eso no quiere decir que esas partes no sufran de los mismos problemas de ritmo que achacaba la primera parte, pues desaprovechan más de un capítulo con flashbacks y digresiones inútiles, pero éstos no están tan acentuados y no entorpecen la narración. No todo es malo, ni mucho menos. Hay escenas muy buenas, como cuando Eren y su grupo de compañeros son devorados por los titanes en Trost, o las apariciones del Titán Colosal y el Titán Blindado, o prácticamente todo el transcurso de la expedición a María y la posterior aparición de la Titán Mujer, o cuando descubren su identidad. Esas partes están bien, pero quedan enterradas en relleno.
Otro de los problemas que acusa "Ataque a los titanes" es el miedo del autor a aventurarse en el terreno adulto. Y lo entiendo, sabiendo a la audiencia a la que finalmente va dirigida la serie. El problema radica en que la historia que se nos quiere contar, de una humanidad al borde del colapso, con una especie de titanes que les dan caza y los masacran en cuanto pueden, no se presta a ser un shonnen y, sin embargo, Araki se decanta por esta opción. En este sentido, vemos como los titanes devoran a la gente, pero sin entrar en detalles. Vemos como los dirigentes toman decisiones crueles para quitarse de encima a los refugiados, pero apenas vemos nada de la carnicería a la que son enviados en el capítulo 2. Observamos como los ricachones de los distritos interiores desprecian a los habitantes de la periferia, los que realmente están sufriendo por culpa de los titanes, pero todo está tratado de forma demasiado superficial, sin ahondar mucho. El que espera una historia adulta, y vuelvo a repetir que es lo que se espera de semejante premisa, se siente decepcionado al no encontrarse un "Berserk" o un "Claymore". Durante los 5 primeros capítulos vemos como el autor duda, sin saber si decantarse hacia una historia más adulta o más juvenil, hasta que llega el capítulo 6-7 y toma la decisión de derivarla hacia el shonnen decidiendo que haya humanos que puedan llegar a transformarse en titanes; ahí es cuando abandona cualquier verosimilitud que pudiera tener la historia y se entrega a firmar una historia más de peleas, concentrada en ver si Eren finalmente aprenderá a luchar en su forma de titán y así acabar con los titanes más fuertes.
Otro problema de "Ataque a los titanes" es que se las da de trascendental en algunos pasajes y lo hace de una forma demasiado inocente, para nada acorde a lo que se esperaría de un planteamiento tan maduro. Se sostiene en plantear dilemas vacuos y superficiales, muy reiterativos, sobre los pros y los contras de luchar por y para la humanidad. No paran de decirnos que los sacrificios a los que deben hacer frente para acabar con los titanes no siempre son justos, que la población no sabe apreciar los esfuerzos de los soldados, que éstos arriesgan la vida día tras día por algo que saben que no van a poder conseguir, etc. Son planteamientos muy sencillos, trilladísimos, y que ocupan demasiados minutos.
La crítica continúa en spoiler por falta de espacio.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
La profundidad de los personajes es otro de sus puntos flojos. El trío protagonista es demasiado insípido como para soportar todo el peso de la función. Son demasiado planos y arquetípicos, sin una pizca de profundidad. Eren es el típico impulsivo que primero dispara y luego pregunta, un poco zoquete, pero con buenas intenciones, como todo buen protagonista de shonnen; Mikasa es la seria del grupo, la Roronoa Zoro del grupo, la del talento infinito y que hará lo que haga falta para proteger al protagonista. Se nota a la legua que está enamorada de Eren, pero éste, como buen protagonista de shonnen, o ni se dará cuenta o la corresponderá dándole una palmadita en la espalda y a otra cosa; y luego está Armin, el prototipo de chico inteligente, pero no muy habilidoso en el combate, que empezará cagándose en los pantalones para acabar siendo el valiente del grupo. Unas personalidades tan planas no sirven para hacer avanzar una trama que requeriría protagonistas algo más turbios, con sus pros y sus contras, con dilemas morales más elaborados. Hay algunos secundarios que cumplen ese papel, como Jean o Annie, pero son tan secundarios y salen tan poco que no son capaces de levantar algunos capítulos. Un buen ejemplo de esto es el salto cualitativo que da la serie cuando Eren se separa de sus amigos y se va con el grupo de reconocimiento; allí el peso lo comparte con otros personajes y, aunque no sean el colmo de la originalidad, le dan algo más de vidilla a la serie. Levi es el típico chulo molón de cualquier shonnen, pero cumple a la perfección su papel; Erwin el típico que sabe más de lo que habla; la de las gafas, la loca del grupo pero con un buen corazón. Pese a ello, empatizas con ellos y sufres por si morirán o no. Otro ejemplo: se nota a la legua que la Titán Mujer es Annie. Si hubiese habido un mayor desarrollo de secundarios, el director podría haber jugado más con la identidad de la titán y hacer dudar al espectador.
Finalmente, la animación. Está a buen nivel y los colores, los personajes y los titanes están increíblemente bien detallados, con movimientos fluidos en la mayoría de casos. Hay escenas de acción muy elaboradas, por la capacidad de los dibujantes de coordinar tantos movimientos (y tan complicados) sin que el paisaje de fondo quede descuidado; tienes la sensación que se están moviendo en el espacio. A la mente me viene la escena donde Eren y su grupillo de novatos es masacrado y donde el protagonista pierde brazo y pierna y es devorado por un titán. Sin embargo, siendo los menos, hay casos donde la animación no es todo lo buena que debiera, abusando de las líneas de velocidad y los movimientos estáticos (como cuando Eren lucha cuerpo a cuerpo contra Annie en la fase de aprendizaje o algún que otro movimiento cuando están dentro del bosque). Además, había un efecto que me exasperaba: en varias ocasiones, la imagen se congelaba y los personajes hablaban. Cuando veo un anime no quiero que de golpe la imagen se detenga y parezca que estoy viendo un manga. Pero salvando errores puntuales, la serie goza de una muy buena animación. Y, como colofón, están los openings. El primero me parece correcto, pero nada más. La música está bien, pero el vídeo no acaba de gustarme. Y luego está el segundo, que me encanta. Tanto la música como lo que vemos.
En conclusión, una propuesta original e interesante, plagada de buenos momentos y a la que acompaña una animación más que sobresaliente, pero que adolece de serios problemas de ritmo, de tener unos personajes excesivamente simples y que muchas veces peque de grandilocuente. Todo hubiese sido mejor si se hubiera enfocado a un público más adulto, pero claro, eso no hubiese generado la oleada de fans que ha generado.
Finalmente, la animación. Está a buen nivel y los colores, los personajes y los titanes están increíblemente bien detallados, con movimientos fluidos en la mayoría de casos. Hay escenas de acción muy elaboradas, por la capacidad de los dibujantes de coordinar tantos movimientos (y tan complicados) sin que el paisaje de fondo quede descuidado; tienes la sensación que se están moviendo en el espacio. A la mente me viene la escena donde Eren y su grupillo de novatos es masacrado y donde el protagonista pierde brazo y pierna y es devorado por un titán. Sin embargo, siendo los menos, hay casos donde la animación no es todo lo buena que debiera, abusando de las líneas de velocidad y los movimientos estáticos (como cuando Eren lucha cuerpo a cuerpo contra Annie en la fase de aprendizaje o algún que otro movimiento cuando están dentro del bosque). Además, había un efecto que me exasperaba: en varias ocasiones, la imagen se congelaba y los personajes hablaban. Cuando veo un anime no quiero que de golpe la imagen se detenga y parezca que estoy viendo un manga. Pero salvando errores puntuales, la serie goza de una muy buena animación. Y, como colofón, están los openings. El primero me parece correcto, pero nada más. La música está bien, pero el vídeo no acaba de gustarme. Y luego está el segundo, que me encanta. Tanto la música como lo que vemos.
En conclusión, una propuesta original e interesante, plagada de buenos momentos y a la que acompaña una animación más que sobresaliente, pero que adolece de serios problemas de ritmo, de tener unos personajes excesivamente simples y que muchas veces peque de grandilocuente. Todo hubiese sido mejor si se hubiera enfocado a un público más adulto, pero claro, eso no hubiese generado la oleada de fans que ha generado.