... en el Festival de Málaga, como justo la anterior protagonizada por David Verdaguer. 'Uno para todos' es amable, simpática, tiene mensaje aleccionador, hay niños, muchos, y los actores lloran. Se hizo para gustar a todo el mundo y se consiguió, lo que pasa es que David Ilundain, que había arriesgado mucho más con 'B' esta vez no quiere trascender, innovar, pasar a la historia. Tan solo sorprenden dos cosas en este filme correcto y acomodaticio: que el profesor sea tan borde con sus compañeros (¿Alguien en el mundo se puede permitir ser borde cuando acaba de llegar a un pueblo pequeño y depende de todo el mundo para conseguir cosas?) y que no se enrolle con la profesora. En Hollywood habrían vivido una bonita historia de amor y superación. Aquí, menos mal, no.