La lentitud de la vida anciana es bien retratada en esta cinta por Hermes Paralluelo, quien graba a sus propios abuelos, Felisa Lou y Antonio Paralluelo, obteniendo escenas muy realistas y profundas. El resultado es interesante y vital, pero no está a la altura de ejercicios similares como 'Amour' o 'Arrugas' por su excesiva reiteración y falta de verdadera trama. No obstante, sí consigue algo que pocas obras logran: retratar a los abuelos que más gente española identifica como suyos, lo cual sin duda hará caer más de una lagrimilla.

La fotografía, con iluminación tanto cálida como lúgubre, es hermosa y los planos secuencia notables, aunque a menudo excesivos. La repetición trata de meternos en la mente de los protagonistas... y termina aburriendo. La gracia natural de la pareja y la ternura de la dirección convierten a 'No todo es Vigilia' en un bello film, pero sus creadores deberán luchar más por la historia y menos por el sentimentalismo si quieren ser tomados en serio con futuros trabajos.

Juan Roures # La estación del fotograma perdido