Haz click aquí para copiar la URL
España España · Málaga
Voto de Nuño:
9
Drama Una pareja de ancianos viaja a Tokio para visitar a sus hijos, pero ninguno de ellos tiene tiempo para atenderlos, por lo que deciden enviarlos a un balneario. Cuando regresan, la madre pasa una noche en la casa de una nuera, viuda de uno de sus hijos. A diferencia de sus cuñados, Noriko muestra afecto por sus suegros y conforta a la anciana. (FILMAFFINITY)
21 de diciembre de 2013
31 de 32 usuarios han encontrado esta crítica útil
McCarey es emocional y Ozu es contemplativo.

'Dejad paso al mañana' y 'Cuentos de Tokio' se complementan. Son delicadas y respetuosas tratando la única certeza universal que tú y yo tenemos.

'Cuentos de Tokio' es pausada, serena... y aún así, parece que se desarrolle a contrarreloj. Parece oírse un implacable 'tic-tac'. A menudo pasa un coche, una bicicleta, un pájaro... movimiento eterno; el tiempo avanza con tiranía, no escucha plegarias de nadie. Lo último que vemos discurrir es una barca. Somos conducidos a mar abierto, acabaremos disipándonos en una inmensidad de agua y sal.

¡Y no es posible detener nada! ¡El proceso es inexorable! ¡El tiempo es inconmovible!

La anciana dice 'creo que nuestra hija ha cambiado'. No hay desencuentro; no hay conflicto ni falta de concordia. Los lazos familiares no están rotos; están descoloridos y lánguidos. 'Lo único inmutable es el cambio': imposible saber cuándo dejaron de estar bien atados.

Y planos del interior de las casas. Uno y otro, otro más. De los rincones, de los pasillos, de los muebles...

Ozu parecía tener una idea de la muerte muy alejada del estrépito y de la solemnidad. Cuando alguien muere, él no fija la cámara en el féretro, ni en la ceremonia de despedida: Ozu enfoca a la habitación vacía que el difunto deja.

Gracias.
Nuño
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow