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Voto de Cinematic:
7
7,0
5.019
Serie de TV. Ciencia ficción. Intriga
Miniserie de TV de 6 episodios. Narra las investigaciones de un detective en una misteriosa habitación de un hotel, que aparentemente es un portal a una dimensión o universo paralelo. Protagonizada por Peter Krause (A dos metros bajo tierra) y Julianna Margulies (Urgencias). (FILMAFFINITY)
22 de julio de 2007
17 de 21 usuarios han encontrado esta crítica útil
La historia de "Habitación Perdida" cuenta con detalles realmente originales, como todo lo que tiene que ver con los objetos, que transmiten un simbolismo bastante logrado, pero en algunos momentos no se les da la credibilidad suficiente y la fantasía se desborda. Y es una pena, porque estos objetos podrían haber camuflado bastante bien lo tópico de la historia y de muchos de los sucesos. Hay algunos personajes que son creíbles y otros son rato inverosímiles y esquemáticos, pero de eso hablaré después.
También se notan unos diálogos algo planos, con poca labia. “Tengo que encontrar a mi hija”, o “tengo que entrar, no se por qué, pero necesito hacerlo” y demás frases de envidiable enjundia se repiten a lo largo de la miniserie. Habría agradecido un poco más de agudez en los diálogos, la verdad. El ritmo es frenético y no hay un sólo segundo en el que no ocurra nada. A pesar de la falta de credibilidad de ciertos momentos al finalizar el episodio siempre hay ganas por empezar el siguiente, y más aún cuando sólo son 6 episodios y no te mantienen atados temporada tras temporada. Es fresca y adictiva.
En el plano de las interpretaciones destaca por encima de todos, el protagonista Joe Miller, Peter Krause. No había visto ninguna interpretación suya antes que esta (pronto lo enmendaré con A dos metros bajo tierra). Su personaje no es rico en matices precisamente, pero sabe aportar la sobriedad y credibilidad necesaria, aunque eso no es suficiente para que sigamos su travesía con el interés con el que lo hacemos. En el primer capítulo se muestra la tierna relación con su hija (el elefante de galleta me hizo mucha gracia), y su descubrimiento de la llave. No es un tipo duro, simplemente es un detective al que le han arrebatado lo que más quería y hace todo lo posible por recuperarlo. A pesar de ello, no se mancha las manos de sangre y detalles como el dinero que le da al vagabundo al principio del tercer capítulo o el ofrecimiento del peine a Harold aún siendo vital para La Legión hacen que se gane nuestra simpatía, y por lo tanto, compartamos su viaje.
Por otro lado está Julianna Margulies, cuyo personaje dice poco y está ahí casi impostado, como la “chica misteriosa que se enamora del prota”, pero también cuenta con pequeños detalles que la sacan (no del todo) del esquematismo, como el hermano que está en la residencia o lo mal que se siente la primera vez que mata a un hombre. Su interpretación no es prodigiosa, pero cumple, sin más. En ocasiones está un poco sosa, ya sea a que se presta muy poca atención a su personaje y sus motivaciones (salvo lo anterior de su hermano y el hombre al que mata), a su considerablemente limitada expresión facial o al doblaje (lo dudo).
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También se notan unos diálogos algo planos, con poca labia. “Tengo que encontrar a mi hija”, o “tengo que entrar, no se por qué, pero necesito hacerlo” y demás frases de envidiable enjundia se repiten a lo largo de la miniserie. Habría agradecido un poco más de agudez en los diálogos, la verdad. El ritmo es frenético y no hay un sólo segundo en el que no ocurra nada. A pesar de la falta de credibilidad de ciertos momentos al finalizar el episodio siempre hay ganas por empezar el siguiente, y más aún cuando sólo son 6 episodios y no te mantienen atados temporada tras temporada. Es fresca y adictiva.
En el plano de las interpretaciones destaca por encima de todos, el protagonista Joe Miller, Peter Krause. No había visto ninguna interpretación suya antes que esta (pronto lo enmendaré con A dos metros bajo tierra). Su personaje no es rico en matices precisamente, pero sabe aportar la sobriedad y credibilidad necesaria, aunque eso no es suficiente para que sigamos su travesía con el interés con el que lo hacemos. En el primer capítulo se muestra la tierna relación con su hija (el elefante de galleta me hizo mucha gracia), y su descubrimiento de la llave. No es un tipo duro, simplemente es un detective al que le han arrebatado lo que más quería y hace todo lo posible por recuperarlo. A pesar de ello, no se mancha las manos de sangre y detalles como el dinero que le da al vagabundo al principio del tercer capítulo o el ofrecimiento del peine a Harold aún siendo vital para La Legión hacen que se gane nuestra simpatía, y por lo tanto, compartamos su viaje.
Por otro lado está Julianna Margulies, cuyo personaje dice poco y está ahí casi impostado, como la “chica misteriosa que se enamora del prota”, pero también cuenta con pequeños detalles que la sacan (no del todo) del esquematismo, como el hermano que está en la residencia o lo mal que se siente la primera vez que mata a un hombre. Su interpretación no es prodigiosa, pero cumple, sin más. En ocasiones está un poco sosa, ya sea a que se presta muy poca atención a su personaje y sus motivaciones (salvo lo anterior de su hermano y el hombre al que mata), a su considerablemente limitada expresión facial o al doblaje (lo dudo).
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SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
Ver todo
spoiler:
En un terreno más secundario tenemos a Kevin Pollak como Karl Kreutzfeld, un personaje bastante tópico también. El malo rico que resulta no ser tan malo. Persigue intereses personales, y para él, (al contrario que el protagonista), si hay que renunciar a la honradez para conseguirlos, se renuncia (en este caso, curar a su hijo, que padece una enfermedad terminal). “El fin justifica los medios” podría ser perfectamente su lema. Siempre he considerado a éste un actor muy infravalorado, capaz de mucho, pero al que se le ha dejado hacer más bien poco. Casi siempre ha estado relegado a papeles secundarios, salvo honrosas excepciones como 7 times lucky. Aquí cumple con oficio y buen hacer. Tampoco puede hacer gran cosa, porque el papel no da para más.
Y por último, tenemos a Elle Fanning (la hermana de Dakota), a la que pudimos ver en Babel. Aquí realiza un breve papel como la hija de Joe, de hecho sólo aparece en el primer y último capítulo. Uno se queda con ganas de saborear su personaje más tiempo, pues por una parte logra no sobreactuar y por otra ser encantadora. Y es que Elle poco tiene que envidiar a su hermana Dakota. Le basta con una sonrisa para transmitirnos naturalidad. Si se hubiera indagado un poco más en su personaje, podría haber hecho una actuación de aúpa.
Terminado el elenco principal (y no tan principal), tenemos a unos excéntricos pero entrañables secundarios con los que se topa Joe en su camino, como lo son Harold (Ewen Bremner), Wally (Peter Jacobson), Suzie (Margaret Cho) o incluso Howard (Roger Bart). También está el petardo de Martin Ruber (Dennis Christopher), que mata a Lou (Chris Bauer), el compañero de Joe. La trama de Martin la verdad que de interés muy escaso. A medida que avanza se tienen más claras dos impresiones. Lo mal que actúa el tío y lo pirado que está su personaje.
En el plano técnico, Habitación Perdida cuenta con una buena puesta en escena, más cinematográfica que televisiva, y una cuidada fotografía. La música es adecuada, y aunque no haya ninguna partitura especialmente destacable, no desentona en ningún momento. Los efectos especiales son efectivos. No llevan el sello “made in Peter Jackson”, pero el ordenador no canta como en otras ocasiones en las que se ha invertido mucho más dinero. En este aspecto nada que achacar al director. Ah, y hay un gazapo garrafal con el personaje de Harold. Si se suponía que con el peine no podías cojer nada, sólo moverte, ¿cómo coje Harold el dinero de la caja en la primera escena en la que aparece?
En resumen, nos encontramos ante una más que buena miniserie, con personajes que caen bien, entretenimiento de primera y un montón de ideas interesantes. Si bien no es de una profundidad psicológica bestial ni reflexiona acerca de grandes temas universales, sí es entretenidísima y se ve con genuino gusto.
Y por último, tenemos a Elle Fanning (la hermana de Dakota), a la que pudimos ver en Babel. Aquí realiza un breve papel como la hija de Joe, de hecho sólo aparece en el primer y último capítulo. Uno se queda con ganas de saborear su personaje más tiempo, pues por una parte logra no sobreactuar y por otra ser encantadora. Y es que Elle poco tiene que envidiar a su hermana Dakota. Le basta con una sonrisa para transmitirnos naturalidad. Si se hubiera indagado un poco más en su personaje, podría haber hecho una actuación de aúpa.
Terminado el elenco principal (y no tan principal), tenemos a unos excéntricos pero entrañables secundarios con los que se topa Joe en su camino, como lo son Harold (Ewen Bremner), Wally (Peter Jacobson), Suzie (Margaret Cho) o incluso Howard (Roger Bart). También está el petardo de Martin Ruber (Dennis Christopher), que mata a Lou (Chris Bauer), el compañero de Joe. La trama de Martin la verdad que de interés muy escaso. A medida que avanza se tienen más claras dos impresiones. Lo mal que actúa el tío y lo pirado que está su personaje.
En el plano técnico, Habitación Perdida cuenta con una buena puesta en escena, más cinematográfica que televisiva, y una cuidada fotografía. La música es adecuada, y aunque no haya ninguna partitura especialmente destacable, no desentona en ningún momento. Los efectos especiales son efectivos. No llevan el sello “made in Peter Jackson”, pero el ordenador no canta como en otras ocasiones en las que se ha invertido mucho más dinero. En este aspecto nada que achacar al director. Ah, y hay un gazapo garrafal con el personaje de Harold. Si se suponía que con el peine no podías cojer nada, sólo moverte, ¿cómo coje Harold el dinero de la caja en la primera escena en la que aparece?
En resumen, nos encontramos ante una más que buena miniserie, con personajes que caen bien, entretenimiento de primera y un montón de ideas interesantes. Si bien no es de una profundidad psicológica bestial ni reflexiona acerca de grandes temas universales, sí es entretenidísima y se ve con genuino gusto.