Nacho Cerdá pertenece a esa nueva generación de realizadores españoles que tantas alegrías nos han dado en los últimos años a los aficionados al cine de género terrorífico español. Con sus tres primeros cortos ya sorprendió a propios y a extraños demostrando su buen hacer, y es que Cerdá sabe mucho de como filmar el miedo.

Los Abandonados es una más que digna historia de fantasmas que utiliza el fenómeno del doppelgänger como excusa para crear un film no exento de concesiones a la comercialidad, sobre todo en su quizá más floja recta final, pero sin llegar nunca a los ridículos e infantiloides extremos en los que caen la mayoría de films de terror estadounidense actuales. Además tengo la impresión de que esta película no sería lo mismo si en lugar de usar actores prácticamente desconocidos (la británica Anastasia Hille y el checo Karel Roden), fueran Susan Sarandon y William Hurt, por ejemplo, sus protagonistas, que aún siendo grandísimos actores creo que harían más difícil el meterse en la historia. También es de agradecer y dice mucho del cuidado por ofrecer verosimilitud el que algunos de los secundarios que interpretan a rusos lo sean realmente.

La cinta se revela realmente inquietante desde los primeros minutos y consigue mantener la tensión durante todo el metraje sin cansar o aburrir en ningún momento prácticamente con sólo dos personajes (¿o deberíamos decir cuatro?), lo que no es nada fácil. En su contra podríamos decir que aunque la idea básica es bastante original, no tanto su desarrollo, pero es que no estamos ante una obra maestra, sino ante una buena película, lo que en estos días es decir mucho.

Muy bien usado el recurso de los sonidos para acojonar sin caer en el susto fácil, un muy buen manejo de la cámara y excelente fotografía. La granja es realmente aterradora y se consigue hacer de ella un personaje más.

Nacho haz más pelis de miedo por favor.