Una sesión de baño y masaje a fondo como la que acabo de ver, el personaje del Che, aquí desde luego no lo necesita, ya que es un personaje respetado entre los sectores cercanos a la izquierda política, en Usa seguramente si, ya que todo lo relacionado con la revolución cubana es algo casi demoníaco para la conservadora sociedad yankee.
Aún así pasando por alto los homenajes poco disimulados con un personaje con el que simpatizo, el resultado es irregular, momentos brillantes contando la generosa interpretación de Del Toro, se alternan con trozos realmente soporíferos de difícil digestión.
A la gente que simpatice con el Che no les cambiará su opinión, a los que odian el personaje tampoco, tal vez suavice la opinión de los indecisos, nos encontramos ante un producto pensado para la población norteamericana y por eso seguramente no acaba de rematar la faena...
Una pena.